Odón Serón Zabala nació en 1981 en San Lorenzo del Escorial pero es riojano. Es Ingeniero Industrial por la UR pero es poeta y como tal ha publicado los libros de poesía Collage (Ediciones del 4 de agosto, 2004), El matamoscas (Ediciones del 4 de agosto, 2006) y El ruido de la cisterna (La bella Varsovia, 2010).
Ha publicado cuentos en los libros recopilatorios Cosas de niños (Ayto. de Logroño, 2003), Una palabra en la recámara (Ayto. de Logroño, 2004), El de la triste figura, visiones de El Quijote desde La Rioja (IER, 2005), Cuentos por encargo (Ayto. de Logroño, 2003) y el suelto de poesía Odón Vs Lucas (Logroño, 2003). Ha ganado premios como el I Concurso de Poesía “Imaginarte” o el XV Concurso Literario “Esteban Manuel de Villegas”. Es codirector del fanzine literario Lapapelera cuyo segundo número ha visto la luz en noviembre de este 2006. Forma parte del consejo editorial de Ediciones 4 de Agosto y ha colaborado en fanzines como los del Aula Literaria de Logroño o Pasaje, así como en las revistas Fábula, Portales y Entelequia, y en webs literarias como Borraska y Nausicaa.
Pone voz y guitarra al grupo de rock El Cuarto Verde con el que ha grabado los discos Las hojas muertas sólo saben crujir (2007) y Pulso (AE Distro, 2009).
Happy End
Siempre me imaginé mi muerte
como una calle repleta de gente con máscaras
clavándome las miradas.
Puskas
todo el mundo sabe manejar una pistola
—me decías mientras el cañón del arma
jugaba con tu pecho sienes labios y lengua—
todo el mundo sabe morir
y para colmo matar es fácil
EFECTO CORIOLIS
lo había estudiado de chaval
y ahora me venía a la cabeza como un boomerang
viendo el agua de la bañera girar en sentido horario
precipitándose por el sumidero
sólo yo y el ruido de succión
sólo yo y el tapón dentro de mi mano
sólo yo y el nivel del líquido descendiendo
«vete, vete a tomar por culo, vete ya»
sus palabras en espiral desparramadas por la bañera
flotando sobre la piel del agua
y el deseo de verlas perderse
en sentido horario
en el norte siempre
en sentido horario
DINERO BLANCO
(servicio de caballeros)
jugando a los camellos desde los catorce años
a la venta ambulante al comercio ilegal…
hoy lucía me ha echado la bronca:
dice que los billetes que nos dan de comer
tienen restos de farlopa
La máquina de coser
sólo un mando a distancia y una burda
nos separan
en ese pequeño universo que es el sofá
tanta aguja y tanto hilo
están haciendo que tus pantalones cojan forma
y sólo se me ocurre que tus manos
son dos estupendas máquinas de coser
te pasas la tarde hilvanando dobladuras
como la paciente araña de ocho patas
y yo no puedo evitar sentirme un poco solo
y un poco falto de zurcir
te pasas la tarde remendando
con el mismo cuidado con el que un alfarero
trata a sus vasijas
pero cariño
yo sigo sin encontrar
entre todos esos patrones que
están tirados por el suelo
la pequeña silueta de mi corazón.
EL SECRETO DEL CUCHILLO DE CORTAR PAN
(servicio de señoras)
pensé que todo fue un sueño:
primero tú voz rota por el white label entrando por la puerta
y luego tu voz sucia y borracha invitándome a degustar
un menú del día alojado —curiosamente— entre tus piernas
cortésmente acepté porque tenía los dientes sin lavar
y el cuchillo de cortar el pan en la mano derecha
el corte fue limpio eficaz y a juzgar por tu gesto algo doloroso
todavía me pregunto cómo fue a parar el órgano
[a la sartén con aceite caliente
pero sí que recuerdo cómo chisporroteaba
[y se doraba la piel por un lado
ahora estoy en un psicólogo
y me ha dicho que no fue un sueño
que te han restaurado la hombría con piel del brazo izquierdo
y también que me vaya acostumbrando
a cortar el pan con las manos
EL HIJO DE LA CORTAPICHAS
(servicio para niños)
joaquín y josé los jota
se reían siempre de mí y eran dos cursos más mayores
cuando se enteraron de lo del corte
que mi madre hizo a mi padre
se pasaban el día llamándome
el hijo de la cortapichas
para colmo en el parque melitón siempre había cortapichas
que eran insectos más o menos feos con una tijera en la cola
y que cuando los pisabas crujían de forma escandalosa
«Luisito,
¡tu padre no tiene picha por que se la cortó la cortapichas!
ja ja ja»
tuve una temporada muy larga
que cuando iba a mear al baño y estaba mi madre en casa
me cerraba con el pestillo de seguridad
y cada vez que subía la taza del inodoro
me preguntaba por donde diablos
le saldría el pis a mi padre
De Odón Serón Zabala, El ruido de la cisterna
(La Bella Varsovia, 2010).
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