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domingo, 23 de enero de 2011

3059.- SALEH DIAB


SALEH DIAB. (SIRIA)





Los afiladores de cuchillos

Traducción del árabe por: Ahmad Yamani





Tú me mandas un cuchillo,
yo te mando un puñal,
me mandas un puñal,
te mando un cuchillo.
De nuevo volvemos a mandar,
con más entusiasmo que el primer envío:
te mando un cuchillo,
me mandas un puñal,
te mando un puñal,
me mandas un cuchillo.
Me mandas y te mando,
te mando y me mandas
y así, alternativamente.

Con más impulso,
con más ánimo
y con más entusiasmo
me mandas y te mando
te mando y me mandas
y la sangre gotea:
a lo largo de los recuerdos,
a lo largo de las promesas
y las cariñosas palabras,
a lo largo de los pequeños y adolescentes sueños
y aquellos que pronto tendrán hijos,
al hacer el amor,
en la casa,
en la naturaleza,
con preservativos
y sin ellos.

Con un gran éxito,
nos acercamos al final,
en menos de 24 horas acabamos el trabajo,
y no queda ninguna esperanza
de encontrar cualquier signo
en el campo de batalla.
Ningún pulso,
ningún latido,
ningún parpadeo,
ningún temblor,
nada.










Fantasía

Tú estás en la barra bebiendo una copa de pastis
y hablando con tu amiga sobre la Astrología.
Con el esputo salpicas,
a tu alrededor, las perspectivas y las expectaciones
hasta que se apague mi cigarrillo

Tu trasero es un cerezo.
que mueve el aire del bar,
y las cortinas de los años treinta de tu cabello tierno,
cosquilleando mi llama.

Mi impaciencia
cierra el puño en un tizón.
El frasco de tu perfume
derrama mis ideas sobre el suelo.

Con tu sombrero rojo y plumado
y tu vuelta que seduce a una catedral
eres adecuada para mí como dos guantes.









¿Qué quieres que te diga?

Te llamo desde un teléfono público.
Estoy cansado y no dormí nada anoche.
La lluvia que sacó mi alma
está cayendo desde hace una semana.
Podrías haberme llamado
o mandado un pequeño e-mail.
¿Qué quieres que te diga?
Sudo como un cerdo.
Mi aliento empaña el cristal.
Ya no veo nada:
ni la gente ni los coches
ni siquiera el agujero que empezó a extenderse
en esa gran nube negra
en las alturas.

Poemas escogidos del poemario Tursilina sekinan, urselo jengaran (Mandas un cuchillo, mando un puñal). Editorial Sharqueyyat, el Cairo 2009.

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