Nació en Madrid en 1973. Hasta la fecha ha publicado los poemarios: Voz (1998), Fiesta de pájaros (2002), El desvío del otro (2008) así como los pliegos de poesía Últimos poemas de Félicien Rops (2005) y Tierra de nadie (2009). En los próximos meses aparecerá su libro Ritual (2010). Ha publicado poemas en Cuadernos del Matemático (1998, 2005, 2009), Galerna (2007), El invisible anillo (2007), La Hamaca de Lona (Junio 2004), Viento Sur (Julio 1999), Manual de lecturas rápidas para la supervivencia y Nayagua del Centro de Poesía José Hierro de Getafe (Junio 2006, 2007), así como en la Antología El beso: poesía última española (Mitad doble ediciones, 2009). Junto a la poeta Pilar Fraile Amador coordina en Madrid el espacio de lecturas y actividades poéticas “Indómita”. Desarrolla labores de dirección en la Revista Internacional de Literatura "Galerna" junto a los profesores Marta López-Luaces y Edward Lomboy. Esta revista de literatura está editada por la Montclair State University de Nueva York y tiene por objetivo establecer un puente de comunicación entre la literatura hispanoamericana y la española. Ha colaborado como crítico en los blogs literarios Pájaros de papel del diario La Opinión de Coruña, Pata de gallo, y en la revista hispanoamericana de cultura El Otro Lunes.
- POESÍA:
° Voz (1998)
° Ética del silencio (2000)
° Fiesta de pájaros (2002)
° El desvío del otro (2008)
° Ritual (2010)
- OTROS:
° Últimos poemas de Félicien Rops (2005). Plaquette.
° Tierra de nadie (2009). Pliego de poesía.
La esencia más significativa del hombre
es la manera en que está atrapado
en las contradicciones de su tiempo
y de su espíritu.
La poesía es el puente que une ambas.
(De Fiesta de Pájaros, Madrid, Devenir, 2005)
° Voz (1998)
° Ética del silencio (2000)
° Fiesta de pájaros (2002)
° El desvío del otro (2008)
° Ritual (2010)
- OTROS:
° Últimos poemas de Félicien Rops (2005). Plaquette.
° Tierra de nadie (2009). Pliego de poesía.
La esencia más significativa del hombre
es la manera en que está atrapado
en las contradicciones de su tiempo
y de su espíritu.
La poesía es el puente que une ambas.
(De Fiesta de Pájaros, Madrid, Devenir, 2005)
DISTANCIAS
La primera distancia lleva impreso el sello del aire, el trasbordo minimalista de la frescura.
La segunda distancia se agazapa detrás de ese multicine, de esa carretera, de esas nuevas catedrales de plástico con que nos embozan.
La tercera distancia duerme escondida debajo de unas sábanas ciegas.
La cuarta distancia vibra en nosotros, va creciendo a medida que la delgadez de su placenta deja paso a la firmeza.
(De El desvío del otro, Madrid, Devenir, 2008)
Llueve. Los descampados lanzan sus caballos.
Todo lo invisible
soporta el desahucio del horizonte.
Ciudad en aguacero.
Ralos caminos que extienden
la enfermedad: tuya, mía, nuestra…
Los descampados lanzan sus caballos
contra la tierra.
Relinchos que congelan el barro,
huellas que embrean el pastizal.
***
¿Cuando todo se empoza
qué escribir?
Soledumbre
Paso vencido
Comprender no significa nada
***
El cobijo
lleva la mordedura
purgatorio
sumergido
por eso nos enseñan a bucear
por eso masticamos algas apagadas
***
Cerca
En este lugar mísero
poso de desnudez—
En este hombro apoyado
contra las criaturas
que no son criaturas
sino ansiedades embestidas—
En esta voladura ahíta
y perfilada por nadie
he decidido
echar a perder
lo derrotado—
(De Ritual,
editorial Amargord)
Equidistancia
Déjame que lo dicho
no se parezca en nada
a lo pensado.
Y que lo pensado,
si alguna vez fue dicho,
no se parezca en nada
a su música.
Déjame creer que lo pensado
y su música son huecos
que se necesitan,
que se atraen
como dos amantes
sin reproches.
Déjame creer que lo dicho
lo pensado
y su música tienen
cada cual lastres propios,
y que ninguno se colma
en el otro;
acaso en su dispersa
inmensidad,
en su sutil
equidistancia.
Equidistancia
Déjame que lo dicho
no se parezca en nada
a lo pensado.
Y que lo pensado,
si alguna vez fue dicho,
no se parezca en nada
a su música.
Déjame creer que lo pensado
y su música son huecos
que se necesitan,
que se atraen
como dos amantes
sin reproches.
Déjame creer que lo dicho
lo pensado
y su música tienen
cada cual lastres propios,
y que ninguno se colma
en el otro;
acaso en su dispersa
inmensidad,
en su sutil
equidistancia.
Inquilino
No sé qué llevo en medio
de estos pesos,
de estas redes que absorben
la encendida
suciedad de la calle
como si ellas,
apartadas del pacto
digital
que es el mundo, librasen
de la agónica
caída al muerto mismo.
Son engaño,
infidelidad, leves
garfios que atan
impulsos a este único
mástil, nadas
furtivas que deslucen
lo que somos
o lo que un día ser ya
no quisimos.
No sé qué llevo en medio,
ni detrás,
ni a mi lado, soy réplica
de otro y otro
se mueve en mí reptando
a través
de estas palabras. Dejo
el silencio
abierto, la caldera
preparada,
desnudas las holandas
por si alguien
necesita llegar
y quedarse.
El desvío del otro
La comprensión del yo pasando
por el desvío del otro.
Paul Rabinow
Contraluz.
Umbral que tensa los límites de la mirada.
Sobre la superficie de esta habitación
pende un cielo quebradizo,
un manantial furtivo que huye
de la apisonadora del hombre.
Miro a ese cielo.
Miro a ese cielo durante un segundo.
No conozco sus estratos
ni sus ráfagas, ni su textura.
Me limito a contemplarlo
sin desviarme de este recinto.
Él está allí (sobre la superficie),
y yo aquí iluminado
por una linterna negra.
La habitación se estrecha
mientras él se desplaza.
Todo tiene una grieta
por donde resquebrajarse.
Paul Rabinow
Contraluz.
Umbral que tensa los límites de la mirada.
Sobre la superficie de esta habitación
pende un cielo quebradizo,
un manantial furtivo que huye
de la apisonadora del hombre.
Miro a ese cielo.
Miro a ese cielo durante un segundo.
No conozco sus estratos
ni sus ráfagas, ni su textura.
Me limito a contemplarlo
sin desviarme de este recinto.
Él está allí (sobre la superficie),
y yo aquí iluminado
por una linterna negra.
La habitación se estrecha
mientras él se desplaza.
Todo tiene una grieta
por donde resquebrajarse.
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