Mario Rivero fue un poeta colombiano, periodista y crítico de arte, cantor de tangos en su juventud, cuyo nombre de pila era Mario Cataño Restrepo, nacido en Envigado en 1935 y fallecido en Bogotá el 13 de abril de 2009.1
Se le llamó "poeta de lo urbano" por los temas que en torno a la vida de la ciudad, las calles, la desesperanza, la melancolía del suburbio y el lenguaje popular, abordó en un tono directo, conversacional y exento de lirismos. Fundó en compañía de Aurelio Arturo y Fernando Charry Lara la revista de poesía Golpe de Dados, desde la cual ejerció un riguroso trabajo de difusión, crítica y conciencia poéticas ciertamente notable, desde 1972 hasta su muerte.
OBRAS:
Poemas Urbanos (Bogotá, 1963)
Noticiario 67
Baladas sobre ciertas cosas que no se deben nombrar (1972)
Y vivo todavía (1973)
Arte y artistas de Colombia (Crítica, 1972)
Botero (Crítica, 1973)
Rayo (Crítica, 1975)
Baladas (Antología, 1980)
Manzur (Crítica, 1983)
Mis asuntos (1984)
Los poemas del invierno (1985)
Vuelvo a las calles (1986)
Del amor y su huella (1992)
Los poemas del invierno (1996)
Qué corazón (1998)
Porque soy un poeta (Entrevista, 2000)
La elegía de las voces (2002)
Balada de la gran señora (2004)
Premios
Premio nacional de poesía Eduardo Cote Lamus, 1972
Premio nacional de poesía José Asunción Silva, 2001
Solitario espectador
Solitario espectador, demasiado,
he oído al mundo falso,
aplaudir una vacía sombra.
Al mundo que censuraba
al hombre vivo.
No diré
Poesía: no diré que,
vuestras azules honduras guarden,
un dejo de la pena silente,
que quizás sea,
de quien tan profundamente
anhelara un día
¡y anheló en vano!
POESÍA
Pájaro que desciende
de la cumbre
nos asombra
y nos llena de silencio
Lo que se escucha
es sólo el temblor
el necesario escalofrío
de la rama a que llega...
UN HABITANTE
Este hombre no tiene nada que hacer
sabe decir pocas palabras
lleva en sus ojos colinas
y siestas en la hierba
Va hacia algún lugar
con un paquete bajo el brazo
en busca de alguien que le diga
"entre usted"
después de haber bebido el polvo
y el pito largo de los trenes
después de haber mirado en los periódicos
la lista de empleos
No desea más que donde descansar
uno-por-uno-sus-poros
Hay tanta soledad a bordo de un hombre
cuando palpa sus bolsillos
o cuenta los pollos asados en los escaparates
o en la calle los caballitos
que fabrica la lluvia feliz
Y dentro en la tibieza
las bocas sonríen a la medianoche
algunas se besan y atesoran deseos
otros mastican chicles y juegan con sus llaves
crecen los bosques de ídolos
y el cazador cobra su mejor pieza
UNA PEQUEÑA HISTORIA
A las seis de la tarde
cuando la calle se deja lamer por las basuras
y bostezan los edificios por sus ventanas
las aceras y los árboles
la mecanógrafa espera...
Una vez tuvo 15 años
se pintaba los labios y las uñas
furiosamente de rojo
usaba zapatico ilusión
y tenía un novio
que la llevaba a las heladerías
a tomar café con tostadas
mientras el gringo del acordeón
tocaba una canción
que todavía recuerda
Ahora son las 6 de la tarde
El tiempo es un caballo leproso
que pisotea las cosas
¿Qué haces mecanógrafa
con esa cara de otoño
y esos senos de naranja enferma?
Mañana volverás a la oficina
donde un jefe
de uno con cincuenta de estatura
acaricia su pequeño vientre
en el que guarda recibos
huevos de tortuga
y una muerte grande
No esperes más
Escucha otra vez la música del gringo...
y deja que un hombre te tome de la mano...
SAUDADE
Dicen que todo tiempo pasado fue mejor
y yo lo creo también
Unos añoran los coches tirados por caballos
las tarjetas postales
y los baúles oliendo a perfume rancio
Yo personalmente añoro
los días en que iba con un lío de trapos
y una herradura como talismán
de-ciudad-en-ciudad
Y sobre todo aquel cuartico al fondo
de un patio con geranios
y su caritaluna cuando llegaba tarde
oliendo a licor barato
y rodaba sobre mí para que la calentara
y también se tragaba todo lo que había
menos los periódicos y la pasta de jabón ordinario
Ahora cuando me siento
frente a la máquina de escribir
para hacer notas cronometradas
sobre el diablo o el ángel
Añoro toda su baratura de pachul?
y el pan duro
cuando ya empiezo a ser un empresario
cuando ya empiezo a ser un empresario
de pompas fúnebres...
SEÑOR K
Franz Kafka
novelista checo
vendedor de seguros de vida
—Compañía de Accidentes de Trabajo
del Reino de Bohemia—
al cruzar los pasillos
de una notaría
y ver legajos empolvados
pensé en usted
Sentí que los días trabajan
discreta y taciturnamente
sobre nosotros
imaginé un espejo
y vi una arruga en mi frente
y una mosca
en la nariz del notario
UNA FABULA
Preguntó el Rey al sabio
ansioso de confundirlo
¿existe una sola palabra
que tenga el poder suficiente
para perder un reino?
Y el sabio contestó deferente:
Una sola palabra
no puede tener ese poder Señor
Pero podemos aproximarnos
a esa concisión deseada
que obre el rey el mal y que nadie se oponga
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