Edward Thomas
(Londres, 1878-Arras, 1917) Poeta británico. Su obra, a menudo comparada con la de los poetas georgianos, es más profunda que la de éstos y sigue siendo una de las más leídas en su país natal. De carácter retraído y melancólico, Robert Frost le animó a que siguiese escribiendo poesía. Es autor de numerosos libros de ensayos (Historias célticas, 1913; El campo, 1913). Sólo publicó en vida Seis poemas (1916). Son notables sus Poemas (1917) y Últimos poemas (1918), publicados póstumamente. Murió combatiendo en el frente durante la I Guerra Mundial.
EL BÚHO
Bajé por la ladera, con hambre pero no famélico;
con frío, aunque tenía en mí un calor que me protegía
del viento del norte; cansado, pero de un modo que
hacía que el descanso bajo cobijo pareciera lo más dulce.
Entonces, en la posada, me dieron comida, hoguera y descanso,
sabiendo lo hambriento, lo congelado y lo cansado que estaba.
La noche entera estaba cerrada salvo
por el ulular de un búho, un ulular de lo más melancólico.
No se agitaba, larga y clara sobre la colina,
ni una nota alegre, ni un motivo para la alegría,
salvo uno que me decía, con sencillez, de qué había escapado
y de qué no pudieron huir otros, aquella noche, al entrar yo.
Y se aderezó así mi comida, y así mi descanso,
se aderezó y se despejó, también, con la voz del pájaro
que hablaba por todos los que yacían bajo las estrellas,
los soldados y los pobres, que no podían alegrarse.
EL PUENTE
Hoy vengo desde lejos:
sobre un extraño puente, solo,
recordando amigos, viejos amigos,
descanso, sin sonrisa y sin lamento,
tal y como ellos me recuerdan sin sonrisa y sin lamento.
Todos quedan atrás, los amables
y los antipáticos también, esta noche
no son más que un sueño. El arroyo
discurre suave y sin embargo ahoga al Pasado,
el arroyo oscuramente iluminado ha ahogado al Pasado
y al Futuro.
Ningún viajero ha descansado más bendecido
que este breve momento entre
dos vidas, cuando las primeras luces de la noche
y las sombras esconden lo que nunca fue,
cosas más buenas, hermosas y queridas de lo que
han sido y serán.
Adlestrop
Sí. Recuerdo Adlestrop
–el nombre–, porque en una tarde
de calor el tren expreso se detuvo allí
insólitamente. Era a finales de junio.
El vapor silbó. Alguien se aclaró la garganta.
Nadie se marchó ni vino nadie
sobre el andén desolado. Lo que vi
fue Adlestrop –sólo el nombre–
y juncos, adelfillas, y hierba,
y ulmaria y almiares secos,
ni un ápice menos quieto y solitario
que las altas nubecillas en el cielo.
Y durante ese minuto cantó un mirlo
cerca, y a su alrededor, con más niebla,
cada vez más lejos, cantaron los pájaros
de Oxfordshire y Gloucestershire.
Traducción: BEN CLARK
ADLESTROP
Yes, I remember Adlestrop-
The name, because one afternoon
Of heat the express-train drew up there
Unwontedly. It was late June.
The steam hissed. Someone cleared his throat.
No one left and no one came
On the bare platform. What I saw
Was Adlestrop -only the name
And willows, willow-herb, and grass,
And meadowsweet, and haycocks dry,
No whit less still and lonely fair
Than the high cloudlets in the sky.
And for that minute a blackbird sang
Close by, and round him, mistier,
Farther and farther, all the birds
Of Oxfordshire and Gloucestershire.
Edward Thomas
Poesía Completa
Traducción e introducción de Ben Clark. 2012
COLECCIÓN: Linteo Poesía nº 34
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