Antonio Agostinho Neto nació el 17 de Setiembre de 1922, en la aldea de Kaxicane, región de Icolo e Bengo, Angola. Estudió medicina en la Universidad de Coimbra y fue uno de los primeros autores de la generación de la revista “Mensagem”. Sus padres fueron maestros de escuela y pastores evangélicos. Perseguido, encarcelado, exiliado por el gobierno colonial portugués por más de una década. En 1962 gracias a la opinión pública y a la presión de Anmistía Internacional fue puesto en libertad bajo la condición de permanecer en Portugal. Poco tiempo después escapa y se convierte en 1975 en el Primer Presidente angolano de su país. Falleció en Moscú en 1979.
Obras:
Poemas (1961), Sagrada esperanza (1974), Renúncia Imposível (1987).
1.-
Aquí estoy yo
Mussunda amigo
aquí estoy
contigo
con la firme victoria de tu alegría
de tu conciencia
O ió kalunga ua mu bangele
O ió kalunga ua mu bangele-lé-lelé…
Cuando volví
las casuarinas había desaparecido de la ciudad.
Y también tú
Amigo Liceu
voz consoladora de los ritmos calientes de la fiesta
en las noches de los sábados infalibles…
FUEGO Y RITMO
Sones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte
Caminos largos
llenos de gente llenos de gente
llenos de gente
en éxodo de todas partes
caminos largos hacia los horizontes cerrados
más caminos
caminos abiertos por encima
de la imposibilidad de los brazos
Hogueras
danza
tam-tam
ritmo
Ritmo en la luz
ritmo en el color
ritmo en el son
ritmo en el movimiento
ritmo en las grietas sangrantes de los pies
descalzos
ritmo en las uñas arrancadas
Más ritmo
ritmo
¡Oh voces dolorosas de África!
AQUÍ EN LA CÁRCEL
Aquí en la cárcel
yo repetiría a Hikmet
si pensase en ti Marina
y en aquella casa con un abuelo y un niño
Aquí en la cárcel
yo repetiría a los héroes
si alegremente cantase
las canciones guerreras
con que nuestro pueblo aplasta la esclavitud
Aquí en la cárcel
yo repetiría a los santos
si les perdonase
las crueldades y las mentiras
con que nos destruyen la felicidad.
Aquí en la cárcel
la rabia contenida en el pecho
espero pacientemente
el paso de las nubes
por la fuerza de la historia
Nadie
impedirá la lluvia.
NOCHE OSCURA
¡Ay, es tan triste la noche sin estrellas”
Un día
mi sol cayó en el mar
y me anocheció
Un día empezó una noche sin estrellas.
Pero en la noche oscura
los corazones se levantan
¡Ah! ¡Es tan alegre la madrugada!
Sobre la curva del río del río Cuanza
el sol se sumerge
rojo
recortando en el horizonte sombras de palmeras.
Fuente: Solidaridad.net
EL LLANTO DE ÁFRICA
El llanto durante siglos
en sus traidores por la esclavitud de los hombres
en el deseo alimentado entre ambiciones de soplos románticos
en los tambores llanto de África
en las sonrisas llanto de África
en los sarcasmos en el trabajo llanto de África.
Siempre el mismo llanto en nuestra alegría inmortal
mi hermano Nguxi y mi amigo Mussunda
en el círculo de las violencias
aun la magia poderosa de la tierra
y de la vida fluyente de las fuentes y de todas lpartes y de todas las almas
y de las hemorragias de los ritmos de las heridas de África
hasta en el florecer aromatizado de la selva
hasta en la hoja
en el fruto
en la agilidad de la cebra
en la sequedad del desierto
en la armonía de las corrientes o en el sosiego de los lagos
hasta en la belleza del trabajo creador de los hombres.
El llanto de siglos
inventado en la esclavitud
en histerias de dramas negros almas blancas perseguidas
y espíritus infantiles de África
las mentiras llantos verdaderos en sus bocas.
El llanto de siglos
donde la violada verdad se consume en el círculo de hierro
en la deshonesta fuerza
sacrificadora de los cuerpos cadavéricos
enemiga de la vida
cerrada en los estrechos cerebros de máquinas de contar
en la violencia
en la violencia
en la violencia.
El llanto de África es un síntoma.
¡Nosotros tenemos en nuestras manos otras vidas y alegrías
desmentidas por nosotros en los lamentos falsos de sus bocas!
Y amor.
Y los ojos secos.
Extraído de POETAS AFRICANOS CONTEMPORÁNEOS,
org. Fayada Jamis, Virgilio Piñera, Armando Álvarez Bravo,
Manuel Cabrera y David Fernándes. (Traductores).
Madrid: Biblioteca Jucar, 1975.
Despedida en el momento de partir
Madre mía
(oh madres negras cuyos hijos han partido),
me enseñaste a esperar y confiar
como tú lo hiciste en las horas del desastre.
Pero en mí
la vida ha matado esa esperanza misteriosa.
Ya no espero más,
soy yo el esperado.
Nosotros mismos somos la esperanza,
tus hijos,
viajando hacia una fe que nutre la vida.
Nosotros, los hijos desnudos de los matorrales,
criaturas sin instrucción que juegan con pelotas de trapo
en las llanuras del mediodía,
nosotros mismos
conchabados para quemar nuestras vidas en los cafetales,
negros ignorantes.
que deben respetar a los blancos
y temer a los ricos,
somos tus hijos del barrio de los nativos
donde nunca llega la electricidad;
hombres que mueren ebrios,
abandonados al ritmo de los tam-tams de la muerte,
tus hijos,
que tienen hambre, que tienen sed,
que se avergüenzan de llamarte madre,
que tienen miedo de cruzar las calles,
que tienen miedo de los hombres.
Somos nosotros mismos,
la esperanza de la vida recobrada.
Extraído de POESIA AFRICANA DE HOY.
Selección y versión de William Shand y Rodolfo Benasso.
Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1968.
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