miércoles, 10 de noviembre de 2010

2002.- MARÍA PUGLIESE


María Pugliese nació en Vicente López (Buenos Aires) Argentina, el 29 de mayo de 1957. Poeta y ensayista.
DATOS BIBLIOGRAFICOS:
Libros de poesía éditos: De uno y otro lado. Ed. Filofalsía. Buenos Aires.
1988. –Dibujos de interior de Roberto Aguirre Molina-
Esquirlas. Ed. La rama dorada. Buenos Aires.1990.
-Tapa y dibujos de interior de Graciela Cassell-.
Texto de contratapa a cargo del escritor Rodolfo Alonso.
Voces como furias. Ed. Ultimo Reino. Buenos Aires.
1996. Fotos de tapa y solapa de Aldo Tavella.
OTROS
A paso de hombre. 1985 – Premio Sigfrido Radaelli, otorgado
por la Fundación Argentina para la poesía, Bs. As. 1987-.
Cavernas. 1990.
Vigía en la noche. 2003
Cripta de amor. 2004

Plaquetas:
Viento y cenizas y otros poemas. Colección Hojas de Sudesta-da dirigida por Ana Emilia Lahitte. Nro. 120. La Plata.Argen-tina. 1990
Sobre un puente de cañas. Ed. Arché. Buenos Aires. 1990.




sobre
piel tierra piedra
arena hoja madera
cuero arcilla fibra
a fuerza de
memoria estaca
junco cincel buril
cerda pluma dedos
con
sangres savias zumos
tintas
en medio de
fuego
penumbra
lámpara
y sobre todos
agua
olores que se secan
oscuridad
amnesia







Amina

Ésa es la piedra
que contuvo el calor
de la unión
que dio fe sin espanto
de lo que hice por mí sólo por mí
Piedra sobre piedra
en medio del arrullo del viento

Desde entonces
no dio tregua en su amenaza
por construir la lápida
Desde entonces
no le di tregua
-por mí sólo por mí-
Ésa es la piedra
que arrojaron
y el arrullo fue un grito
en Nigeria
Supieron de mi carne en otra carne
pero no de su miedo
Por mí sólo por mí
se exaltó la vergüenza
a plena luz
Ésa es la piedra
y es hora de posarla
Un horizonte de selvas
nos aguarda
a todos me los llevo
-por mí sólo por mí
hice carne la carne de su carne-
y a fuerza de memoria
leerán en la piedra:
se amaron
en secreto





Poemas del libro
Ejecuciones


I.-

entre una línea de sol al mediodía
y las penumbras
permanece el cerco inalterable
del desencanto
tan profundo y elevado
alto
que no quiero decir
cuánto me callo

II.-

cielo horizonte cielo
descubiertos
azules grises rojos tornasoles
imantan una figura triste
hacia el afuera
la observan
en custodia
por el tedioso marco de metal
por la ventana

III.-

el olfato ondula
entre los vestidos que conservan la fragua
de los aromas íntimos
y me traiciona

el sabor del café
oscila por el borde de la taza
y refiere a los sellos de la boca
sobre el esternón
y me traiciona

el discurso de un andar constante
bajo sauces sombreados
evoca pasillos maullidos vidrios rotos
escritos llantos desesperos
vanidades
y me traiciona

el erizo cautivo
se resiente
se niega al alimento
se encrespa y se contrae
cuando el único peligro es la huída
cuando la única certeza es la ansiedad
y me traiciona

la estela
enaltece con ráfagas
aristas que devuelve el sueño:
mejillas en roce
cinturas trenzadas
piernas en arco
ensalmos placidez
y me traiciona

son una niebla espesa
que transmuta en desprecio
cualquier rastro de amor


IV.-


señales imperfectas atraviesan
un crisol de sonidos recurrentes
se combinan y alternan recepción-emisión
con dádivas del pretérito en presentes
con cláusulas de impertinencia

un idioma sin resonancias

vigas pacientes sobre arena
interrogan
persuaden
resignifican
lo que avanza y arrasa
sin piedad

V.-


una morada en ruinas
flores de paraíso en cementerio

lloviznan uno a uno
sonidos recurrentes

ni se oye llorar


VI.-

desde aguas turbias
vengo a brazo partido
desde la hondura de lo inevitable

retuve entre los labios
pétalos de amapolas
que ahora se desprenden
en breteles de aromas
sobre las simas del perineo

alterné los expiros
con desechos y lodo
le di impulso a los pasos
con insignes evocaciones
de la palabra suelo
asilo recinto

demoré los latidos
profané del aire
del sopor

sobre aguas turbias
los camalotes mecen
una presencia inalterable:
de pie
de espaldas
sin mirar
sin oír
sin pronunciar
no quiero


VII.-

no me niegues
no te escondas
de mí

que aniden
en su bretel de aromas
que resistan
ante los gestos sumisos de las brisas
que bajen
por la ribera de los juncos

no me niegues
no te escondas
de mí

que ondulen
sobre aguas turbias
que perturben
con sus tramas
a los engaños
y a las mentiras
y a todo lo fingido sepultado

los ojos
sus ojos
digan me digan
los ojos
mis ojos
digan le digan
pero


no me niegues
no te escondas
de mí


VIII.-

nunca
nadie
nada
detrás



IX.-

en punto muerto
los pájaros advierten el fin de la tormenta

los soplos arrasaron con granizos
la debilidad de las hojas de las ramas quebradas

humedad sobre una sed estéril

se anuncian
adioses
en el cuenco de los desperdicios
donde convergen senderos anudados

sin respiros

sin salidas



X.-


¿y entonces?
¿en nombre de qué o quién?
¿de lo extremo e inaudito?
¿de lo inquebrantable?
¿de lo obsceno?

¿dónde?

a un paso
del vacío y los barrancos
del estallido
que no es fin
sino principios
en medio de bosques
entre lianas y líquenes
desde el asilo a las cavernas
con el reverbero del agua
o su espejismo

¿con cuánto?
sin más
que una hora señalada
despojos
aguijones en sangre
sin más
que un manto de niebla espesa

¿por cuánto?
a precio
de un beso
y dos abrazos
a la hora señalada
un son de violetas enlazadas
cae

es lo único que cae
haz de luces
cae

de cara al sol
de cara al sol







POEMAS

Torsos desnudos brillan
se esparcen
se vuelven a juntar
en brillos de hierros
que se esparcen

A pesar del espanto
percibo en esos giros
un rasgo de belleza

Es de día
y caerá la noche
con su absurda obsesión
de gigante en reposo
con su infusión
desde la nuca

Nada es individual
todo se abre

Una espalda quiebra
otra vez
en dos
Inédito, 12.01.02

Cerca de la llama
las sombras se aletargan y crecen

No sé de reclamos

Lejos
la imagen se repliega
en su perfil de rosa
pequeño
acorazado

Esta necesidad y su reverso

¿Doy para recibir?
No sé de reclamos

Esa tenue presión
sobre la espalda
a la distancia
¿asegura un dolor perecedero?
Una necesidad y su reverso

Lejos
expande entre abrigos
oscuridad y frío
ahoga
da respiro
Inédito, 28.06 al 17.07.02

En otro tiempo
la misma ejecución o el simulacro
se pronunciará
con voz tenue
en presente

¿Qué ruinas serán ruinas
de lo arrasado?
¿Qué escombros ocultarán
raíces de lo construido?

Ni un sólo sonido
Tiempos de luz
y de una idéntica sombra
Silencio
Manso desgarro







TODO ESTÁ POR EMPEZAR

Quién sabrá dónde las aguas
en qué venas
cuándo y por qué

mariposas en vuelo







TEMPLARIO

Cuando el cuenco de una mano
en agua clara
le bastaba a los labios
no hacía falta beber.
Sólo el nombre desmantelaba cercos
y una tela de araña, la prisión:
por qué salir
si se regresa siempre
desde qué pregunta
hacia qué respuesta.

En esta hora
los cuerpos respiran aliviados.
En esta hora
el viejo albatros reniega de las alas
y me empaña con su aliento insanable
la sed.






VIGÍA

De la tela de araña
se sostiene el silencio
ella hila su tiempo
él consume la carne,
envejece, mata.

De las cerraduras
pugnan manos y llaves.
En tanto
la palabra espera
agrava la sentencia de abandono:
dónde reposa la unción
en el instante previo al desnudo final.

Te hago llegar espejos de palabras
en este atado
van objetos que me nombran.
Allí dentro
laten todas las marcas en los muros
hubo barcos y velas
ahora amarras.

Afuera
ese insecto viscoso
teje miedo
sin saber a qué.





CONTRASEÑA

Desmiente.
Lo posterga.
Sin embargo
la evidencia se oculta
por el ojo de la cerradura.
Allí está.
¿Me habla?
¿Cuál es la contraseña
de aquello que no se puede pronunciar?





ENSALMOS

I
dejó de comer
para llorar

tres días
en medio de tres noches

después
los paños la luz el agua

II
mascullo y trago
sus reclamos supuran
llagas imprevistas





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