viernes, 28 de junio de 2013

MIKEAS SÁNCHEZ [10.171]


Mikeas Sánchez
(México, zoque)
Poeta bilingüe, escritora, traductora y radialista zoque de Chapultenango, Chiapas (1980)Directora de XECOPA, la voz de los vientos, del Sistema de radiodifusoras culturales indigenistas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos indígenas. Maestra en Didáctica de la Lengua y la Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona. Autora de los libros de poesía: Uj’ ngujkomo / Desde mi médula (2011) y Makamujsitumä jama / Y sabrás un día (2006) Coautora de los discos multilingües: El rescate del mundo, poemas de Rosario castellanos (2012), Lluvia de sueños, Escritoras y cantantes indígenas de México, volumen III (2007) y volumen II (2006) Coautora de las antologías: Cofre de cedro, 40 poetas de Chiapas (2012) Collar de historias y lunas, antología de poesía de mujeres indígenas de América Latina (2011), Jaime Sabines 83 aniversario, 83 poetas (2009), México: diversas lenguas una sola nación, tomo I Poesía (2008), Los abismos de la palabra. (2005), Y el bolom dice…Antología de cuentos (2005).

Ha publicado en la revista Culturas Indígenas, de la CDI (2011), publicó una serie de poemas en la revista Tierra Adentro (2010), participó en la revista Paideia (Tabasco 2010), en la revista Papalotzi (Guadalajara 2010)  y cuanta con una publicación de narrativa en Ojarasca, suplemento cultural del diario la Jornada (2007).




Mi virgen se llama Soledad

"Oh Virgen de la soledad 
te acuestas a mi lado
para echarme en cara la tristeza de mi oficio
me embistes por la espalda como buena enemiga
Los niños que jugaron conmigo ya no son niños
ahora se inyectan heroína beben cerveza y nunca más sueñan
son los parricidas y golpeadores de Dios
Las niñas también crecieron
ahora son mujeres llevando sobre la espalda
a sus hijos bastardos
mujeres que lloran por sus hombres muertos en la frontera
Oh virgen de la soledad
hiciste de mi paria corazón tu templo
el mismo templo donde jugué con aquellos niños que nunca más volveremos a ser.






RAMA

                             Te’ sudgu’y tumä pajk’te jairäbä’is ñyoyi’
                                       -Julieta Valero.

Jojpajkin tajsu’xys
jojpajk kutpa yuñ’ijtkuy’omo dyom’ijtkuy’omo
ñä’ ijtu’ ips’ komajk komojsay ame’
teje’ myusabya Mahomas nkyusku’y
uka ñä’ ijtpa patsoke’une
tekoroya jyokpa jyaya
joyä tsäkibä’ yasa’kämä
sudgu’y kämä’
poñi’bä konukskuy’jin
konukspä tsu’ ko’ tsu’
wäkä myajkpä’ä sudguy’istyoya’


Kasujpa tä’ ägba’ jana’pama
uka’ ni’ijs ji’ tä’ pike’ dä yomijtku’y
teje’ nkipspa’ sone’naka
yangamyajpasen’omo wyrun’dam
teje’ myabaxäbya’ Dakar’pä kubgu’y
juwä sone’ yujk’tambä yomo’istam
ne’ pyojkin’dchokiaju pyabiñomo’ajkutyam
tumdumäbä’is wyadba peka’wane wolof’ore’omo
tumdumäbä pabiñomo nä’ jonchire’
ne’ xirijtubä sudguy’ käjsi 







RAMA

                            El deseo es un hueso al que nadie puso nombre.
                                     -Julieta Valero.

Los ríos que la habitan
se bifurcan entre su infancia y su sexo
tiene treinta y cinco años
y sabe que Mahoma no le perdonará
un hijo sin padre
por eso su vientre espera con calma
debajo de su vestido de flores
debajo de la pasión
desde una plegaria silenciosa
que pronuncia cada noche
para ahuyentar los malestares de la carne


Ser libre es dormir desnuda
sin unas manos buscando tu sexo
piensa mil veces
mientras cierra los ojos
y se sueña en una calle de Dakar
entre una decena de muchachas negras 
recién llegadas a la pubertad
cada una ensaya cánticos ancestrales en wólof
cada una es una gaviota salvaje
volando alrededor del deseo.  








TE' KOJAMA WIRUBA’ JANA TZAME’IS WYEJKUY’OMO 
EL ALMA RETORNA AL GRITO DEL SILENCIO

IX

Äj’ nkojama jekä’re
yajk’ katyobabä’is nwyt
te’ nä’chyka tajsubä
oktubre poya’omo
te’ nä’chyka ijtpamä te’ angsän
teserike nä’ ichi’ram

Äjchä’ tza’ wyänubäis musokiuy
tese metzpatzi äj’ ndzokoy’ mosabyä mabaxis’ myätsik’omo
metzpatzi te’ tokoyubä mabaxi’ äj’ a’nukuis´ñyeram
te’ yajkxu’ijtkuy tä’ karambabä’omo
mitajse’naka sawa’is xyukuy






IX

Es mi alma la agonía postrera
del suicida arrepentido
el cántaro que se llenó de lluvia
en tardes de octubre
el agua de pozo donde mora el tiempo
y sus monstruos marinos

Soy quimera de los secretos de mármol
y busco mi corazón en el quinto juego del letargo
busco ese sueño perdido de mis antepasados
esa soledad de morir la vida
en cada beso del viento.








Maka mini’ te’ kaku’y
tese maka mbyare’ mij’ änguy’omo
maka mbyare’ mij’ dujkijs myuka’omora’m
jiksekande te’ yäjk’pü tandanijs
makabä chyajme jujche maka ngiae
Jiksekande’ makabä jambä’i mij’ näyi’
maka dyuki’ tumä mabaxi’
te’ mabaxi ja’ tyujkäbä tzayi’kam
u te’ mabaxi yagbajk’unes’ñye
tese ñyagbajk’une mareke’ mijtzi








Llegará la muerte
y te encontrará en tu cama
entre los hongos que habitan tu casa
o en el recuerdo de la mariposa negra
que anticipó tu ausencia
Entonces olvidarás tu nombre
y te volverás un sueño
el sueño de una tarde jamás contemplada
o el sueño del niño desamparado que fuiste
y no has dejado de ser. 

*Anteceden a la traducción al español los poemas escritos en la lengua original de la autora, el idioma zoque de Chiapas, México.






Desde la casa en que no estoy

escucho el danzar de las olas
y no es el mar quien me habla
es la lluvia que azota el tejado
Ha llegado el “norte”
y todos sabemos que se mojarán los pies

Donde duermo ya no llueve
Ni gotas de agua
ni sílice
ni arena
sólo ruidos de autos
letreros y luces neón
Donde duermo
ya no está mi abuelo
con sus ojos desnudos
a las dos de la mañana





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