Leonel Rugama
José Leonel Rugama Rugama (Estelí, 21 de marzo de 1949 - Managua, 15 de enero de 1970) fue un poeta nicaragüense, guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Nació el 27 de marzo de 1949 en el Valle de Matapalos, al noreste del departamento de Estelí.
Su padre era oficial de carpintería y su madre maestra.
Sus padres se mudaron a la ciudad de Estelí en febrero de 1950, y allí hizo sus estudios primarios y estudió la secundaria en el Seminario Nacional de Managua. Terminó su último curso de secundaria en el Instituto Nacional de Estelí, obteniendo el primer lugar en clases.
Era un excelente jugador de ajedrez. Por dificultades económicas no pudo ingresar a la universidad, y su formación fue autodidacta.
En 1967 establece contacto con el Frente Sandinista de Liberación Nacional y se interna en la montaña como combatiente guerrillero. Allí comienza a escribir poesía. Recibe órdenes de trasladarse a la ciudad de León. Logra matricularse en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). Trabaja como profesor de matemáticas y se encarga de la publicación de El Estudiante.
Publica sus primeras poesías en el suplemento La Prensa Literaria.
Su poema “La Tierra es un satélite de la Luna” es uno de los más difundidos de la poesía nicaragüense y latinoamericana, siendo unos de los poetas truncos de nuestra América junto a Roque Dalton y Arlen Siu.
El 15 de enero de 1970, combate contra todo un batallón de la Guardia Nacional de Somoza, con artillería y tanques. Rugama se encontraba con sus compañeros Róger Núñez Dávila y Mauricio Hernández Baldizón, junto con los que combatió hasta morir. Tenía tan solo veinte años.
Su frase como repuesta a la solicitud de rendicion del general Samuel Genie Lacayo se volvió célebre ¡Que se rinda tu madre!.
El estudiante de cine Ricardo Zambrana, también Nicaragüense, dirigió un cortometraje sobre la muerte de Leonel, usando como título el mismo del poema: La Tierra es un satélite de la Luna. El cortometraje fue realizado como un ejercicio en la Escuela Internacional de Cine y Televisión y narra los últimos minutos en la vida de Leonel, Róger y Mauricio, además de un pequeño vistazo a la vida amorosa del poeta.
El poéta Nicaragüense Ernesto Cardenal escribió "Reevaluación de Leonel Rugama"1 e hizo un Poema en su nombre y a La Ciudad de Managua titulado "Oráculo sobre Managua" como también grabó en viva Voz el emblemático poema La Tierra es un satélite de la Luna
El cantautor Nicaragüense, Dayan Morales Molina, musicalizó el poema La Tierra es un satélite de la Luna en Homenaje a al 30 Aniversario de su muerte.
Grito de Leonel
Leonel, poeta y guerrillero. Conocido por ambas cosas. Recordado por sus versos, y por haberse enfrentado a la Guardia Nacional de la dicadura nicaragüense, junto con dos compañeros.
Solos. Enfrente, un batallón, con tanques y helicópteros inclusive.
Leonel, del que resuena su frase todavía, cuando rugió en vivo y directo, ante cronistas y comisarios, funcionarios y lacayos, el pueblo y la historia. Ante los negociadores del régimen, rodeado: que se rinda tu madre.
Sus versos que ya venían gritando, siguen gritando.
Y que los generalotes, los plumíferos de alquiler, los bienpensantes antiguerrilleros, los poetas de utilería, la Academia, si pueden, se tapen los oídos.
Epitafio
Leonel Rugama
gozó de la tierra prometida
en el mes más crudo de la siembra
sin más alternativa que la lucha,
muy cerca de la muerte,
pero no del final.
Epitafio
Aquí yacen
los restos mortales
del que en vida
buscó sin alivio
una
a
una
tu cara
en todos
los buses urbanos.
La Tierra es un satélite de la Luna
El Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.
El Apolo 3 costó más que el Apolo 2
el Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.
El Apolo 4 costó más que el Apolo 3
el Apolo 3 costó más que el Apolo 2
el Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.
El Apolo 8 costó un montón, pero no se sintió
porque los astronautas eran protestantes
y desde la luna leyeron la Biblia,
maravillando y alegrando a todos los cristianos
y a la venida el papa Paulo VI les dio la bendición.
El Apolo 9 costó más que todos juntos
junto con el Apolo 1 que costó bastante.
Los bisabuelos de la gente de Acahualinca tenían menos hambre que los abuelos.
Los bisabuelos se murieron de hambre.
Los abuelos de la gente de Acahualinca tenían menos hambre que los padres.
Los abuelos murieron de hambre.
Los padres de la gente de Acahualinca tenían menos hambre que los hijos de la gente de allí.
Los padres se murieron de hambre.
La gente de Acahualinca tiene menos hambre que los hijos de la gente de allí.
Los hijos de la gente de Acahualinca no nacen por hambre,
y tienen hambre de nacer, para morirse de hambre.
Bienaventurados los pobres porque de ellos será la luna.
(Los tres poemas en A vivir como los santos; póstumo, )
http://poesiacomounarma.blogspot.com.es/
Subsistencia
Después de besarte
largamente la boca,
mataste un perro-zompopo
me di cuenta que
envidias su piel
más suave
que tus labios.
Acahualinca es un paseo
Todos los seminaristas
íbamos de paseo
a las huellas de Acahualinca.
En 1969
los seminaristas
van de paseo
a las huellas de Acahualinca.
Los paniquines están vacíos
Los paniquines están vacíos
esperando alimentos.
Life
les toma fotos a colores.
Los astronautas del Apolo VIII
envían un mensaje de amor
desde la luna: “En la Tierra paz
a los muertos de buena voluntad”
Biografía
Nunca apareció su nombre
en las tablas viejas del excusado escolar.
Al abandonar definitivamente el aula
nadie percibió su ausencia.
Las sirenas del mundo guardaron silencio,
jamás detectaron el incendio de su sangre.
El grado de sus llamas
se hacía cada vez más insoportable.
Hasta que abrazó con el ruido de sus pasos
la sombra de la montaña.
Aquella tierra virgen lo amamantó con su misterio
cada brisa lavaba su ideal
y lo dejaba como niña blanca desnuda,
temblorosa, recién bañada.
Todo mundo careció de oídos y el combate
donde empezó a nacer
no se logró escuchar.
Tesis
La ciudad está embriagada
de luz.
Los hombres clavan
sus filosos colmillos en los hombres.
Existe el explotador,
goza y lanza sarcásticas
acrgcajadas.
El explotado
lamo la olla para vivir,
busca entre las basuras.
Para él ya nada es hediondo.
Al llorar, en su rostro,
se forma un lodazal, mezcla
de sangre, lágrima y tierra.
Antitesis
Negra noche, cuando
todo parece un panteón;
muere el explotado
muere el explotador.
El antropófago capitalista
ya no respira.
Encontró al fin su hambre
de carne humana.
Cruje ya el vampiro.
El esqueletito explotado
ya no respira.
Se terminó el dolor
de ser despedazado
por el cancerbero.
Sonríe decorado de pureza
el inocente.
“La naturaleza de la transitoriedad
del tiempo no consiste en que él
encuentre el fin sino que tiene un principio”.
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