martes, 12 de febrero de 2013

XHEVDET BAJRAJ [9328]




Xhevdet Bajraj 
(1960, Kosovo, antigua Yugoslavia), poeta de origen albanés naturalizado mexicano, estuvo asilado en la Casa Refugio Citlaltépetl del 1999 al 2001, en el programa de apoyo a escritores perseguidos del Parlamento Internacional de Escritores. Imparte cursos de literatura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Ha publicado, entre otros libros de poemas, Emblema de la muerte y Libertad del horror (premios de la Unión de Escritores de Kosovo 1993 y 2000), Un jirón extraviado del paraíso (1996), Ruego Albanés (2000, Premio Internacional de Poesía Goliardos, México, 2004), Cuando los ángeles lloran (2002), Blues bajo el cielo indígena (2003) y Luz negra (2004). Su poesía ha sido traducida a varios idiomas. Actuó en la película Aro Tolbukhin. En la mente del asesino (2002), de Agustín Villaronga, coproducción mexicano-española, ganadora de siete Arieles.

Publicaciones

Emblema de la muerte y Libertad del horror (premios de la Unión de Escritores de Kosovo 1993 y 2000)
Un jirón extraviado del paraíso (1996)
Ruego albanés (2000)
Cuando los ángeles lloran (2002)
Blues bajo el cielo indígena (2003)
Luz negra (2004)
El tamaño del dolor (2005)

Filmografía

Aro Tolbukhin, en la mente del asesino (2002)







La bolsa de mandado

No se cómo te sientes querido amigo mío
pero a mí la vida sigue mordiéndome con dientes de bestia
así que no me queda otra
que también morderla

Tiro el cigarro y cruzo la calle con paciencia
para que algún coche no me arranque
                    los zapatos recién comprados

Entro al supermercado
cortes de cordero
diferentes pescados
alitas de pollo pechugas muslos... pollos enteros
criadillas de toro sesos de vaca hígado de res
patas de cerdo conejos codornices
todos bien pesados y bien envueltos
con el precio en la esquina
para ver si podemos comprarlos

Llevo una bolsita con tortillas
chiles verdes
seis cervezas Indio bien frías
tres cajetillas de Delicados sin filtro
y regreso a mi casa
para comer
tortillas con chile
y un poco de mí mismo ~







Asesinos en serie

Noche de ocupación
cortésmente se infiltra el miedo
con muerte de perro se acaba
la ciudad se extiende bajo la colcha negra
el sueño provoca la esperanza engendra
enigmas del nuevo día

Estos que matan son ángeles
bajo el peso de la maldición el pecado la mierda humana
asesinos en serie de sueños

Llega la mañana vestida de blanco
como la vieja bailarina borracha
recoge palomas muertas por las plazas
la gente despierta despacio
quien no se ha orinado en sueños
se orina ahora

De Ruego albanés (2000







Temporada de las flores tristes. Tezcatlipoca blues de Xhevdet Bajraj: Un poema de hervores e ironía



Por CARMEN ROS



Xhevdet, voy a pretender que no entiendo el título de tu poema, y fingiré, en cambio, que decidiste poner dos títulos, porque te sentiste inseguro. La primera opción, presentada con letra más grande, dice Temporada de la flores tristes; la segunda aparece entre paréntesis y con letra más pequeña, Tezcatlipoca blues. Aún cuando sea irrelevante y nadie me lo haya pedido, mi voto va por ésta última. Digamos que allá tú y sus titubeos. Mi elección atiende a que Tezcatlipoca es el dios tenochca con el cual sueles conversar durante y después de las parrandas, y también debido a que sigo el criterio azteca, que consideró a Tezcatlipoca como el incitador de unos contra otros; como aquél que mayor entendimiento tenía acerca del regimiento del mundo; otorgaba prosperidades, pero también podía retirarlas a su antojo; poseía el poder de premiar así como castigar y era suyo el espejo ahumado en donde veía el pasado, el presente y el futuro, pero entre brumas, de un modo inestable. Para equilibrar esta imagen de voluntad caprichosa, el portador del espejo humeante es también el creador del aire y de la música, y en el caso de este poema sugiere un blues con fuerte acento tenochca. 

Xhevdet Bajraj, en este blues, se ha apoderado del español, lengua que desconocía por completo, pero ahora es suya, después de diez años en México, luego de salir de su país, la extinta Yugoslavia. Y así, con lengua castellana de México y la imagen del espejo humeante, Xhevdet, en su poeblues concentra los procesos de la sociedad humana de los últimos veinte años. En sus versos se sienten, el hervor de fuerzas políticas, sociales, económicas más una dosis de ironía que condensan los más terribles ímpetus de la historia actual de la globalización y su cultura.

De los espacios que hay entre los versos y las estrofas brota con claridad que vivimos un caos con apariencia de actividad democrática, que las leyes no expresan el respeto para una convivencia digna de ser humana, sino las amenazas del poder:


El desempleo se resolverá muy pronto
todos aquellos que no tengan trabajo serán ejecutados en nombre de la ley
y claro que no se avisará a sus familiares
el gobierno es humilde
no quiere que molesten a
las familias de los asesinados
No men no problema
siempre la ley, la puta ley la puta con tres ojos que
 ni siquiera pasó por la calle
donde se encuentra la Facultad de Derecho
 y menos por donde está el palacio de la Suprema Corte de Justicia […]



El blues de Tezcatlipoca provoca la reflexión de que México tiene una necesidad con carácter urgente: aumentar nuestra capacidad para soportar mayores dosis de miedo:



cuando el narco tropieza
con un bache en el asfalto que él mismo causa
los pandilleros salen de prisa y disparan
a todo lo que se mueve en las calles
incluso a los niños.
Para qué hablar
si las cosas se pueden arreglar a chingadazos.



Con imágenes simples, Xhevdet-Tezcatlipoca desnuda la naturaleza cínica de la clase política, que confunde el estatus de la verdad con el de la mentira:



El buen político
es aquel que se hizo cirugía plástica
a quien le pusieron en la cara la piel del culo
habla poco
pero cuando lo hace no dice nada

Qué lastima
el líder aprendió a leer
pero nunca hizo un viaje dentro de su país
para ver qué dicen los ojos del pueblo
que miran lo que hacen los coreanos chinos japoneses
Robert de Niro, Angelina Jolie y sus mascotas
 pero no saben qué traman sus políticos. 



Las fuerzas del colonialismo y el postcolonialismo son también corrientes de energía en la composición del poema, que se va tensando con sobrecargas irónicas:



Donde empieza la línea amarilla del metro
hasta donde acaba la verde
y no es cualquier reino
sino que fue un imperio grande
antes que llegaran los zooropeos
(desde antes ya andaban jodiendo en otras partes del mundo)
lo destruyeran
y de paso
mejoraran la raza
 aumentaran la estatura
 cambiaran el color de los ojos […]



En fin, entre un poema y otro, aparecen residuos de la Guerra Fría que, sumados  a la tensión de energías, tejen escenarios en donde el amor y la poesía se niegan a morir de desesperanza, embriagándose, porque hoy, con las pulsiones de las últimas décadas, los actos creadores qué pueden representar con mayor puntualidad sino la muerte antes que la vida: El sentimiento desolador de un fin y principio de siglo globalizados.   

Tezcatlipoca blues es una serie de estampas con movimiento y olor a mezcal, corren vertiginosas, pero sin confusión porque Xhevdet sabe lo que busca y alcanza el efecto.   No por nada o de forma inútil hace poco que este poeta cumplió cincuenta años, es decir, ya es dueño de todos sus recursos. De ahí que acuda a giros reconocidos como mexicanos, por ejemplo, el que emplea en el décimo poema:



los políticos pueden ser todo
menos lo que dicen que son
 y nada más te dejan dos opciones en la vida
las que marca la Ley de Herodes [o te chingas o te jodes]



 pero también echa mano de juegos de palabras en inglés y en español, y de imágenes que recuerdan los caricaturas televisivas:



otra vez la campana
abro rápido
veo a la derecha
no hay nadie
 veo a la izquierda
 no hay nadie
 veo hacia abajo
no hay nadie
 veo hacia arriba
no hay nadie
veo detrás
tampoco
 veo de frente
en la madre
 ahí estaban
 y antes de que comenzaran con
 nosotros somos los testigos de […]



Tezcatlipoca y Xhevdet recrean con su canto aquello que aparece en el espejo humeante de nuestros días: Ésta, la Temporada las flores tristes. ¿Qué duda cabe?  Xhevdet Bajraj, el poeta kosovar más internacional, es mexicano.





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