jueves, 14 de febrero de 2013

BIEL VILA PUJADAS [9348]


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Biel Vila Pujadas, 1981. 

Breve sencillo y natural. Biel Vila nos recuerda a maestros orientales como Taneda Santoka, Issa Kobayassi o Li Bai. Con la sorpresa y tenacidad del que nada desperdicia en su quehacer poético, interroga y contesta al mundo en amagos de clarividencia, mientras asiste sorprendido al cambiante y siempre fascinante mundo que le rodea. Los espacios se agrandan, se convierten en mundos paralelos habitados por seres arropados en una tierna mirada a la que pocas cosas escapan. Versos carente de métrica o rima que dotan de total libertad a sus palabras sin restarle un ápice de musicalidad. El sujeto poético recoge en una tierna pirueta ese beso o fondo amniótico y marino que presagia su interés armónico y vital.
Carmina Fermoselle
Mª Cristina Rotger

Ha sido antologado en Uni-versos por Somalia, El Último Jueves. 15 años de poesía on the road y La bolsa de pipas.

Ha publicado: 

-Vivo en las pequeñas cosas (Ediciones la Baragaña, 2011)
-Caníbales y estrellas (Ediciones Y, 2013)



de Vivo en las pequeñas cosas (Ediciones la Baragaña, 2011)



Arrinconado
en la comisura izquierda
de unos labios
se esconde un beso como este.





Ni sí ni no
y el sol empieza su amerizaje
entre montañas de agua hasta apagarse.





Nunca es muchísimo tiempo y da miedo




Suerte de tener esa modesta casa
con vistas a la Luna.
Dormirse en la humildad de un banco.
De almohada un cartón de vino.
Solo.




Asoma entre barrotes,
puede ser cualquier tarde
y el mundo en la punta del hocico.




Lo más parecido a la Luna en la Tierra
toda Mujer.





Su cuello mide tres besos
y la caricia de un lunar.





No es que me guste mirar traseros,
pero ¿alguien sabe lo que queda
a primera vista desde una silla de ruedas?
Unos pocos dignos del poema.




Mecerse en la hamaca creciente,
entrar en casa
y mi noche de cuatro patas sentada
erguida en su cojín.





Dos pares de zapatos de claqué
se alegran de que alguien entre,
y ese olfato sabe de dónde vengo.





El otro día del bolsillo de un poeta tomé prestado
un sueño.
Leve y transparente el hada estaba ahí.






Mecerse en la hamaca creciente,
entrar en casa
y mi noche de cuatro patas sentada
erguida en su cojín.





Dos pares de zapatos de claqué
se alegran de que alguien entre,
y ese olfato sabe de dónde vengo.






El otro día del bolsillo de un poeta tomé prestado
un sueño.
Leve y transparente el hada estaba ahí.








Caníbales y Estrellas - Biel Vila

De Caníbales y estrellas (Ediciones Y, 2013)





Simplemente sucedió 
más allá del salitre y tu aliño.



A veces
dignifica la enfermedad 
el saber estar.
Esa mirada
desde el silencio.



Poco importa 
que seas un caníbal
comedor de plomo.
O que hayas visto
a la luna en ropa interior.
Hoy toca cenar estrellas.




Ay, Amor
si duele mándale 
a freír espárragos
y que los sirva
como cena,
después caliente
un vaso de leche.
No te preocupes
por si amanece
o mañana,
poco puedes hacer
para evitarlo.




Fue un segundo de miel nunca en mis labios.








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