Marcelo Carnero (Buenos Aires, ARGENTINA 1978). Publicó Tratado de cuerpo (Ediciones La Carta de Oliver, 2008), Sentido de la oración (Abeja Reina, 2010).
Arte de guerra
El sonido
le cruza una mordaza al día
así la curva es lenta
y supone una piedra
El rito a una piedra:
Ser un pez en el velo
del barro hasta el hartazgo.
Sentido de la oración
Está mi madre atenta a los orines
no hay hijo sin belleza que se eleve
Abre en mí el pecho
me trabaja con finos movimientos
y en ruidos me deforma.
El extraño
Por la boca
que no tengo
habla
silencio
en el silencio
en el silencio.
Entré al lenguaje y dije
la muerte no es estable mientras reza
Llevada hasta el zumbido del mundo
o ardida en un incendio
música
música
nada ya tan posible.
Y quise decir
como quien se desgaja las sienes con un gancho
que hace tanto duerme en su ternura.
Hablar
sobre todo con los muertos
ya que somos criaturas diminutas
y el silencio una casa
demasiado grande.
Entonces la sutura
verbo sobre verbo misal de cuerpo roto:
lenguaje es esta vieja derrota en la garganta.
Hurgar con boca abierta la usura
y no saber qué hacer con el amor
¿De la piedra, en la piedra
siempre hay una palabra?
No sólo la memoria se aprende.
Digo la llovizna
delicada
cayendo
torcida su campana entre las hojas del mundo.
No
no cae la lluvia
ni sale el vapor de mi boca
porque está fría
y soporta de un hilo la mañana
No
no cae ni me toca las manos
pero es un eco
un cúmulo de voz en los rincones
Me crece la lluvia y no soy
más verdad
que en el rumor
el agua.
No hundo el rostro en la lluvia
y digo
descienda aquí
vivo su rezo en el murmullo de nosotros
tallo de la tormenta
Que no nos deje la lluvia
ese sabor
la oscuridad abierta como un tajo a nivel
sin que haya cifra que iguale
la magnitud
en el paisaje.
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