miércoles, 28 de noviembre de 2012

GAËLLE LE CALVEZ [8693]





Gaëlle Le Calvez, (Paris, FRANCIA 1971). Poeta y editora. Tiene estudios en Letras por la Universidad Iberoamericana y la UNAM, así como la diplomatura de la Escuela de Escritores de Sogem. Ha trabajado como editora de distintas publicaciones (Dónde ir, Guía Chilango) y es socia fundadora de PLAN C Editores. En 2003 obtuvo la beca de Coinversiones Culturales para llevar a cabo la publicación de cinco libros de la colección la Mosca Muerta entre los que destacan: El cementerio marino (poesía) de Paul Valery, Gran hotel para extranjeros (poesía) de Claude Beausoleil en coedicion con Ecrits Desforges Días de Québec, antología de narradores quebequenses, La Joven Parca de Paul Valery. Publicó Beirut o de las ruinas en la colección Margen de poesía (UAM, 1998), Otra es la casa (UAEM, 2000) editada por la Universidad Autónoma del Estado de México, Juntos andan, antología de cuentos del México contemporáneo con Bernardo Ruiz y La isla más alta (La piel de judas, 2004). Su más reciente libro de poesía Los emigrantes (UAM-X, 2007) fue escrito gracias a la beca de Jóvenes Creadores (2004-2005).



De la infancia


5.

En el desierto donde todavía vives
Aparece intermitente la casa amarilla
ventanas grandes y puertas abiertas
simulan siempre
un jardín circular de cerezos
donde pájaros y aves de plumas rosas
a veces cantan para ti

(no es que las ventanas estén cerradas
es que el aire no entra ni sale)
no son mis piernas las que te llaman
es mi vientre
eje de mi cuerpo
                que me sostiene que te sostiene
en medio de un jardín que imaginábamos afuera
lejos verde también rojo a veces
lejos del desierto

Yo también escucho los rosarios demenciados
que todavía por las madrugadas te acosan
eco de un pasado que aún no termina
Enarbolan la torre, se enredan
como hiedra enferma
plaga casi invisible aprieta
imperceptiblemente aprieta 







Fragmento de Beirut o de las ruinas

Dicen que terminó la guerra
en mi casa siguen cayendo bombas

Dicen que hicieron las paces
el rencor abre zanjas en los cuerpos

Dicen que todo quedó enterrado
el perdón no llega
Los cuerpos quebrados se defienden

Dicen que no hay nadie contra quien pelear
no consigo terminar la batalla

Dicen que hay que perdonar
yo no entiendo

Dicen que no hay fantasmas
las piedras gritan por las noches

Dicen que hasta el mar murió en la guerra
sólo duerme

Dicen que entre sueños
las olas arrullan a sus muertos






de "LA ISLA MÁS ALTA"



SOL ADENTRO

DÍAS de luz

(hay que decirlo, como se dicen los días negros
o
[los grises,
la bruma sobre los hombros, la mirada fija en
el
[pavimento)

Adentro amanece
No hay nube que detenga
El cielo abierto nos espera.







EN RUTA HACIA QUÉBEC

PARA cruzar el cielo
Sólo faltan tus zapatos
Nuevos
De goma ancha
antiderrapante
Para llegar lejos
A ese lugar donde tú y yo
Para llegar
En las alas llevas mi deseo.






AMBOS EXTREMOS

ALCANZAR tus orillas
Esta vez

Tocar contigo
Otro lado de la tierra

Vuelo hacia el sitio
Prometido

Sombras y luces
Se corresponden.








ATRAPA TONTOS

CIUDAD enferma
A dos días de tu ausencia
Ya nada tiene sentido.







UNA CIUDAD AMURALLADA

EN defensa propia
Construyo el paisaje
De mis próximos días






TELEGRAMA AL VIAJERO

No ME OLVIDES ALLÁ LEJOS
Y SI HAS DE REGRESAR
QUE (POR FAVOR) SEA CONMIGO.







ULISES

NO es la vuelta al mundo
Ni la batalla de Troya

Y sin embargo,
la ciudad bañada en sangre suplica:
Que mueran los fantasmas
Y se entierren a los muertos
Que los funerales sean breves
Y redondo el regreso.







EL FIN DEL MUNDO

TU abrazo es          Más grande que la noche

(Más grande que mis miedos)

huérfano de ti         el cuerpo

desorientado

        sólo sueña:

agua tibia           cintura rodeada de peces

Más allá de los ojos    la sal todavía en mi boca

despierta el deseo



No hay comentarios:

Publicar un comentario