miércoles, 22 de agosto de 2012

7586.- FERNANDO FERRERÓ



Fernando Ferreró, Miguel Luesma, Miguel Ángel Marín Uriol 
y Emilio Pedro Gómez.



Fernando Ferreró Tolosa
Zaragoza, 1927

Fernando Ferreró nació en Zaragoza, ciudad donde reside actualmente. Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Salamanca, ha sido catedrático de Literatura de Enseñanza Secundaria en Levante, La Rioja y Zaragoza. Formó parte de la mítica Oficina Poética Internacional (O.P.I.), comandada por el insigne poeta aragonés Miguel Labordeta, fallecido en los años sesenta, y que reunió en su vanguardista tertulia del café Niké a un nutrido grupo de artistas (escritores, pintores, escultores, cineastas y fotógrafos) durante los años cincuenta y primeros sesenta, enfrentándose a las entonces terribles autoridades franquistas con inteligencia, sarcasmo y arte. Podemos decir con orgullo que Fernando Ferreró es una auténtica leyenda viva de la literatura española.
Ha publicado poemas, artículos y narraciones en algunas revistas y periódicos. Aparece en diversas antologías españolas y extranjeras. Viaja con frecuencia por España y Europa. Es pintor, escultor y amante de la música.
Obras: Acerca de lo oscuro (1959), Hacia tu llanto ahogado (1960), De la cuestión y el gesto (1982), La densidad implícita (1988), El texto mínimo y Perfiles (1988), El paisaje continuo (1989), Falacia (1992), Ácromos (1994), Revisión prospectiva (2003), Libro de Pigmalión (2004) y Secuencias y escenarios (2006).
Su bibliografía es extensísima: el estudioso puede referirse a las numerosas obras publicadas por los expertos aragoneses. Se pueden citar entre ellos a Antonio Pérez Lasheras, Manuel Pinillos, Antón Castro, Javier Barreiro, Manuel Alvar, Guillermo Gúdel, Miguel Ángel Ordovás y muchos otros.
Su poesía encierra una mezcla de ideas y sentimientos contenidos siempre dentro de un tono lírico, de formas depuradas y bellas, con cierta tendencia a la abstracción y a lo metapóet




ALERTA! Más te veo. Inundas
los átomos-personas vivos, que andan
por el azul despierto. Mediodía.
¡Alerta, alerta! Suavemente,
empujas con tu brazo fresco
nuestra soíirisa de feliz verano
y, aquí y allá, como en tu vuelo,
tocas la Hierba o subes,
llena de aire sonoro y limpio.
Nuestra eres, mía; excitación vibrante,
vaporosa cadena de algo,
salida en fuga de la piel gozosa.






DESPIERTAME! Te imagino como una playa,
tiempos de madera y de roca.
El garfio te apetece.
Te imagino como un viaje continuo,
movimiento expansivo de cuerpos
en la sustancia desunida;






Un fragmento de «Envoltura» 

Dibujar sin pasión es oxidar un cuaderno que se abre. El dibujo se obstina ante el modelo con un ligero afán didáctico. Oprime la mano que presagia el ordenador sobre todo. Es palabra sensual la línea revuelta. Primavera que empieza por el jersey y el rombo.

Ácromos (Edizions de l’Astral, 1994).







No hay comentarios:

Publicar un comentario