viernes, 4 de mayo de 2012

6774.- FEDERICO OCAÑA



Luis Luna, Hipólito García Fernández "Bolo", Manuel Panizo Vanbossel, Federico Ocaña





Federico Ocaña (Madrid, 1990). Poeta. Ha ganado varios certámenes de poesía. Ha publicado en revistas literarias (Groenlandia, Mephisto, La sombra del membrillo, Cuadernos del matemático, Heterogénea) y en la red (blog Dadá Madrid). Es miembro de la Red de Arte Joven-Poesía Joven de la Comunidad de Madrid desde 2008. Ha participado en recitales tanto individuales -Libertad 8; café El Despertar- como colectivos -La Noche en Blanco (2009), Festival literario, UCM (2009), I Semana Complutense de las Letras (2011). Asimismo ha colaborado en la organización de recitales poéticos en bibliotecas, centros culturales y en la Universidad Complutense. Ha colaborado con Luis Luna y Lourdes de Abajo en Almendra (Amargord, 2011). Compagina su actividad literaria con estudios de licenciatura de Filosofía y grado de Lenguas Modernas- Alemán. Su poemario Desprendimientos ha sido publicado en 2011 por Amargord.



Tríptico

a G.Trakl, en los noventa años del fin de la I Guerra Mundial


I

Ningún baño de dolor retiene la caída de tus brazos,
láminas
en el pulso las fuentes del oxígeno se enredan
descompuestas
las cabezas a ras del sueño miran las manchas azules del horizonte.




II

Gota por gota, los antifaces cubren todas las señales,
las manos están abiertas a las rocas que sostienen con cansancio,
para acabar cuanto antes la tarea que nos ahoga,
para evitar saber que el vuelo en círculos del buitre indica fin
y llanto, celebración, y mar y olvido.



III

Todavía es temprano para el invierno, en los ríos
corre veloz el sueño de la serpiente sin piel.

Silencio: en un corro, los ancianos
sacan de sus cabezas la piedra de la locura.







En tiempos de guerra

Gargantas afiladas como cumbres de montañas de neumáticos,
no puedo obtener de ellas más que exilio;
sin hacer nada, apuñalan mi esperanza mientras huyen
frente a la vía abandonada del tren descarrilado.

El ángel que ve cómo los brazos se tienden hacia él,
y las últimas polvaredas en la nutrición de esos niños de bocas resecas.

El labio tirita, arrastrando su magia, y dos barcos zarpan:
en la ciudad portuaria las ninfas pasean inquietantes.




I

El vino entremezclado con las corrientes de tinta
acribilla los paisajes con contrastes de colores.
Respira profundo los sables hacen ruido junto al ventilador
dos sanguijuelas se disputan un vals con la madame.




II

De noche parece todo alto como el volumen de voz tras la tortura
si el cristal verde no deja huellas en la desaparición
de un murmullo de pájaros un incendio en sus retinas.
La plaga del sentido recobrado asola nuestros labios
y rueda en las mejillas, jugando alegremente con los saltos de agua




III

El vientre en calma: sueño oscuro
que acecha las sombras en hombros de un recién nacido
que conserva los ojos abiertos de par en par aún con sudor
que todavía siente el miedo recorriendo velozmente las estepas de la infancia

recuerdos que no pueden ser borrados en los postres.

De una farola cuelga un mensaje
que palpita, la bala en su pulmón
los dientes rotos.





.

«Decía el maestro Matshuo Basho que él no seguía el camino de los antiguos sino que buscaba lo que ellos buscaron. Es este el caso (y lo afirmo con toda rotundidad) del poeta que nos ocupa y de su libro inaugural: Desprendimientos. Se trata de un poemario basado en el aprendizaje meditado del incierto territorio que es el lenguaje. Y dentro de ese aprendizaje hay espacio para esbozar un intento de (po)ética, según sus propias palabras.» (Del prólogo de Luis Luna  Desprendimientos).

Celebro su edición. Unos fragmentos desprendidos de este poemario, que me da y me quita creencia:





rescato la oquedad.


……-….en el umbral de qué boca

………..sale el pájaro…….a la superficie




estás ante la primera

……………………………..mancha imprecisa de…..ceniza


coagulada………………(en) qué cavidad sin fondo







desprendida del útero…….la coses a un vientre exterior.
arroja luz dentro







desciendes al plano al que te lengua

……………………………………………………….te ata.





raíz más profunda que todas las raíces.







hablas de otra escritura
…………………………………….muda de tu piel
………..el color


Federico Ocaña, ´Desprendimientos´. 
Prólogo de Luis Luna (ed. Amargord, colección fragmentaria, 2011)









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