jueves, 19 de abril de 2012

6715.- EUGENIO PADORNO


Eugenio Padorno (1942). Poeta español. Nació en Barcelona, y reside desde su infancia en Las Palmas. Es licenciado en Filología Románica por la Universidad de La Laguna (1966), y doctor en Filología Hispánica por la ULPGC (1992). Es catedrático de Enseñanza Secundaria de Lengua y Literatura, y, desde 1993, Profesor Titular de Teoría de la Literatura de la ULPG. Su actividad docente se centra en las asignaturas Teoría de la Literatura y Literatura Canaria, y su línea principal de investigación es el estudio de la literatura canaria y de su especificidad dentro del marco de las literaturas hispánicas, línea de investigación en la que ha dirigido una serie notable de tesinas y tesis doctorales. Es, desde 2002, decano de la Facultad de Filología de la ULPG, de la que había sido anteriormente secretario, director de la revista Philologica Canariensia (desde 1994), miembro de número de la Academia Canaria de la Lengua (desde 2001) y director de la colección Nueva Biblioteca Canaria del Cabildo Insular de Gran Canaria (desde 2002).





Pisapapeles en la arena

Con el pensado ardor que une
en el entresuelo de anticuario el

huidizo metal de un torso de
muchacha y los miembros atesados

de un fauno tras la urna
del ojo dos cuerpos bajo el viento

africano ocultos yacen tallados sobre
mutables lecturas de arenas soleadas

entre maleza de lenguajes.




Palabras para la arqueología

En los hornos del mar (tienes los ojos de hebreo)
las movedizas copas reverberan al fondo

en el camino de gravas

las gaviotas descienden sobre monstruos dormidos
montan los areneros las cabinas jergan
bebidas refrescantes

dioses perros bañistas
petrificados en la intersección única de los días
idos y por venir
arañan la fosca realidad
el hermetismo dórico del domingo
ejercitan el tacto avaricioso sobre cuerdas
de música

danzan vomitan eyaculan
a orillas del acuario
entre los dos extremos de la inmovilidad sujetas

juventud y vejez sin erosión

la imagen de la vida y la muerte
en otros silos cinerarios.




Ritmos

La hoja (o la que crea el pensamiento)
en la mágica
plenitud de la siesta.

Cuerpos

y estatuas
en uno y otro mar
como en las páginas de una edición bilingüe

confrontados

en esa luz no interrumpida en el papel,

el gótico arañar de suspendidos
y mutables signos entre anchas resacas
del lenguaje.
El auriga bosteza en el pescante de la vieja
tartana

agosto abrasa el fruto con fórmula severa

y la palabra excede horror.



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