sábado, 14 de abril de 2012

6668.- NACHO TAJAHUERCE


Nacho Tajahuerce Sanz (Zaragoza, 1980) es licenciado en Filología Hispánica por la universidad de Zaragoza y prepara la tesis doctoral. Ha aparecido en la antología poética Noreste. Ha realizado la selección junto a Raúl García de la antología de jóvenes narradores aragoneses llamada El viento dormido, nuevos prosistas en Aragón. (Eclipsados 2006). Su primer libro de poemas titulado "Deshielo" (Eclipsados, 2006), luego llegaron "Poesía para bacterias". (Huesca, Cuerdos de Mar, 2007), Manual de Oficios, (Aqua editorial, 2008)
Actualmente trabaja en una librería de Zaragoza



EL RUSO

Cómo no me va a sorprender que me digas
Que sólo lees autores rusos
Que Dostoievski o Chejov valen más
Que todos los Cervantes juntos,
Que más de ciento cuarenta relatos de Pushkin
Han pasado por tus ojosY que no soportas a tu mujer
Por ser católica.
Cómo no me va a sorprender que
Me digas todo esto a mí, que
No me conoces nada, queTan sólo te he ayudado a encontrar
Un libro de Rilke (que por cierto,
No es ruso).

Como no me va a sorprender todo esto,
Aunque lo compara,
Sobre todo lo de tu mujer.





CULTURA

Cultura es una puta de cabaret
Que todos nos deberíamos haber ido tirando
Hasta que nos hiciera llegar al orgasmo.
¡Con lo bien que lo hacía!

Antes solías encontrarla en las bibliotecas,
En determinados bares y tabernas,
Incluso en cines, teatros y conciertos.

Últimamente cuentan que la han visto por las iglesias
Yendo al confesionario.
Se ha vuelto casta y viste
De luto riguroso.





MIS MEJORES IDEAS



“(Me levanto a escribir cuando ya estaba tumbado en la cama).
El deseo de guardar lo que se me acaba de ocurrir, persuadido
por la idea de que ya volverá, algún día, al ritmo del mismo pensamiento”.
Vicente Rubio


Mis mejores ideas, los que podrían ser mis mejores versos,
los buenos, los de verdad,
siempre se me ocurren justo
después de acostarme
y pocas veces, muy pocas
tengo las suficientes fuerzas
para levantarme de la cama.

(este poema pertenece al libro “Deshielo” eclipsados, 2006)





EL RUSO

Cómo no me va a sorprender que me digas
que sólo lees autores rusos
que Dostoievski o Chejov valen más
que todos los Cervantes juntos,
que más de ciento cuarenta relatos de Pushkin
han pasado por tus ojos
y que no soportas a tu mujer
por ser católica.
Cómo no me va a sorprender que
me digas todo esto a mí, que
no me conoces de nada, que
tan sólo te he ayudado a encontrar
un libro de Rilke (que por cierto,
no es ruso).

Cómo no me va a sorprender todo esto,
aunque lo comparta,
sobre todo lo de tu mujer.

(este poema pertenece al libro “Deshielo” eclipsados, 2006)






Futbolista

Juego de portero y estoy solo.
Tengo tanto tiempo que me dedico a pensar
en Cioran, y lo imagino al cabrón colgado del larguero,
tantos que se suicidaron y él muere de viejo.
El muy cabrón.
Ni los defensas son capaces de contener la soledad que sufro cada semana.
Por eso pienso,
además de en Cioran,
en Nietzsche y le recuerdo
que Dios no ha muerto
que si eso hubiera sucedido no seguiríamos hablando de él.

Acaban de pitar un penalti a nuestro favor y
ya no veo a nadie.
Me doy la vuelta y cierro los ojos.






CUANDO LLEGUÉ

Cuando llegué
estabais las dos hablando
de vuestros estudios, vuestros amores,
vuestros errores y yo en la mesa de al lado
oyéndolo todo sin querer escucharlo.
Cuando os marchabais y os tapabais
el culo con ese jerseicito a juego
con los vaqueros, pensaba que
sería la última vez que
observaría ese paisaje y que
vuestros ojos nunca más se cruzarían
con los míos.
Por esto y por mi maldita manía
de sacar provecho a todas las situaciones
escribí este poema
con la mirada perdida,
ante vuestra mesa,
ya
vacía.

(De la antología Ocultación transitoria, Rolde de Estudios 
Aragoneses, Zaragoza 2006)


VAGABUNDO

Y así fue como empecé a ganar
nada más perder.
Ahuyenté todos los males al mirarme al espejo.
Me miré,
que no me observé,
me miré y lo rompí.
Los cristales fueron directos a la basura,
para que las ratas puedan verse
reflejadas.
Ven conmigo,
sígueme,
atravesemos el espejo, el umbral e introduzcámonos 
en lo que nunca hemos soñado,
en lo que tampoco hemos imaginado.
En el limbo que ya no existe,
en la nada.





CORREDOR DE 1500 METROS

Mi entrenador
cuando era niño siempre me repetía
que no mirara atrás,
que no girara la cara en busca de mis rivales
mientras vaya en cabeza,
que de esa forma perdería velocidad y confianza.
Veinte años preparándome para que por fin llegue el momento clave
de mi carrera y comprenda por fin sus palabras.

Quedan cien metros,
recta final,
me voy a proclamar
campeón olímpico
de los 1500 metros
cuando, de repente, comienzo a escuchar voces
que me dicen que me pare, que no merece la pena continuar.


Hago caso.
Me paro, miro hacia atrás y por primera vez en veinte años
soy consciente del paso del tiempo.


Poemario Manual de oficios ( Aqua editorial, 2008 ).





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