miércoles, 2 de noviembre de 2011

5237.- LAURA GÓMEZ PALMA


Laura Gómez Palma. Buenos Aires, 1970
Comenzó a estudiar música a los 14 años. Poco tiempo después esta actividad se convertiría en su profesión.
Como músico, formó parte de los grupos argentinos Man Ray, Las Chicas y Suéter. En España, ha colaborado con artistas como Amaral y Coque Malla (con quien ha participado en la grabación de su útimo disco) entre otros. Desde el año 2007 es bajista de Loquillo.
A pesar de escribir desde la adolescencia y haberse estrenado como letrista para canciones, su actividad poética comienza en 2005 con la publicación de Llamarse abril. Recientemente ha publicado DESDE EL AGUA (Madrid, Legados Ediciones, 2008).
Reside en España desde 1997.







ALBA

El alba llega con estos colores

Algunas palabras encuentran mi boca
para decirse

Llamarse abril (Vitruvio, 2005)









PERSISTE
el invierno después
del invierno
el fruto helado
cayó dormido
al despertar
preguntó si era tarde
para todo
para volver al árbol
tarde para seguir
cayendo

(Poema publicado en la revista Turia, nº 93-94)










DONDE EL CAMINO

Piso la piedra
Piso la arena
Piso el verde musgo
cansado
Revive el viento
en el horizonte
donde el camino se abre
para dejarse andar









TAN LEVE

Caes suave hacia la noche

Has perdido
las cuerdas invisibles
de mis manos

Te sostiene la niebla

el agua
que no puede encontrar
la boca del trueno






desde el agua
Legados, 2008



El poemario que presenta Laura Gómez Palma es un poemario atípico. No es un poemario de esos que pretenden contarnos grandes cosas, grandes experiencias. Más bien es un poemario de los pequeños detalles, de la sencillez, de la observación. Mucho hay de mirada y detención, siempre en consonancia con el agua. Y, a pesar de que hay fragmentos que nos recuerdan a otros ya leídos, es bien cierto también que hay versos que consiguen que algo dentro de nosotros tintinee:

"lo que digo me contiene
caerán también
palabras de agua"

Es en esa sencillez, en las palabras que todo el mundo entiende, en esa forma de detenerse en el detalle donde se encuentra la esencia del poemario:

"robamos la miel
sacamos a pasear
viejos diluvios
llevamos algún
aguijón dentro"

Lentamente uno va encontrando pequeños hallazgos que no son grandes metáforas, son aquellas pequeñas cosas que aparecen después de reflexionar sobre una imagen, un texto, un fragmento de vida, una orilla del tiempo:

"el mismo universo
se puede repetir
eternamente"

Son todos poemas breves de apenas seis versos, sin comas, sin puntos, sin mayúsculas, como si la autora sólo deseara que nos entretuviésemos con las palabras, que son las protagonistas:

"la ola exacta
en que llegó
hasta aquí"

Pero no renuncia a las imágenes:

"el agua se hace orilla"

ni a los recursos estilísticos, a la paradoja:

"los árboles ahora
son blancos"

Es un buen momento para reflexionar sobre las palabras:

"roerme el silencio"

para ahondar en las posibilidades:

"todos los nombres posibles
todas las rutas posibles
todas las ciudades escribo
sobre tu nombre".


Buen momento para descansar la mente en los paisajes
que Laura Gómez Palma nos dibuja en desde el agua.


PUBLICADO POR LUIS VEA GARCÍA
http://luisveagarcia.blogspot.com/search/label/
Laura%20G%C3%B3mez%20Palma









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