viernes, 21 de octubre de 2011
5172.- ALÍ CALDERÓN
Alí Calderón (Ciudad de México, 1982)
Alí Calderón es poeta y crítico literario. En 2007 recibió el Premio Latinoamericano de Poesía Benemérito de América. Fue merecedor, en 2004, del Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde. Becario de la primera generación de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de poesía (2003-2004) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (2009-2010), es autor de los poemarios 'Imago prima' (2005), y 'Ser en el mundo' (2008); del libro de ensayos 'La generación de los cincuenta' (2005) y coordinador de las antologías 'La luz que va dando nombre 1965-1985. 20 años de la poesía última en México' (2007) y 'El oro ensortijado. Poesía viva de México' (2009), editada por la University of Texas at El Paso. Ha sido incluido en una docena de antologías de poesía en México en el extranjero. Es fundador de la revista electrónica y la editorial 'Círculo de Poesía' y estudió el Doctorado en Letras Mexicanas en la UNAM.
Desde la siniestra imparcialidad
con que estoy mirándola...
Ramón López Velarde
Amanecí lopezvelardeano
enamorado incontinente de mis primas
maculando en cada singular atisbo
el honor de todas las Fuensantas mis cercanas
transeúntes niñas inocentes
y mujer cualquiera que delata invariable
a cada paso
iris pupila y globos oculares de fálica falicidad rampante.
amanecí lopezvelardeano
con la faz de mis mujeres sus facciones
tatuadas al genital en dulcedumbre.
Lopezvelardeano
atilaico mánchur en praderas
de leves y tempranas flores
velardeano
florismarte de todas las Hircarias
urbi et orbi
con un cierto sutil sabor a sexo
que acompaña mis lances
mis victorias y blande
asimismo
algunos de mis más catastróficos versículos.
SER EN EL MUNDO
Oaxaca, Mex.: Universidad Autónoma Benito Juárez, 2005
[A la manera de Omar Khayyam]
A Waldo Leyva
EN UN JARDIN de leves tulipanes y rosas pálidas disfruto
pleno la embriaguez
He bebido hasta la última gota del vino rosado
que bañó tu cuerpo y lo consagró solemne a la belleza
He probado finos racimos de vid en tu lengua
y los sabores más intensos en tu caliz
Hoy que los árboles de tu juventud florecen
bebo este dulce licor bajo su sombra.
A José Homero
VALKIRIAS DE VENENOSAS VULVAS
probaron la sal de mi entrepiema
En dunas de fina y tersa piel
con la lengua hilaron
mis mas íntimos vestidos
En sus grupas de nao capitana
conocí el amor
y tomé de él
hasta la última fibra.
Siguiendo el cuarto creciente
me cubrió el mar
en marejada.
EN SU CUERPO la noche inciensa sus heridas
El cuello bajo de su blusa aligera la tenebra
La línea de su talle registra mi deseo más lascivo
para modelarla incansable nuevamente
Cada leve aleteo de su parpado produce
en mi cuerpo terremotos terribles y desolación
Ella es la sangre que me corre irrevocable y frenética
la sangre
savia solar que sin embargo
me mantiene en la más oprobiosa tiniebla.
Régle sommaire et génerale: en amour gardez-vous de la
lune et des etoiles, gardez-vous de la Venus de Milo.
Charles Baudelaire
CUANDO CHARLES BAUDELAIRE
leyó los versos de Villon el viejo
habría levantado la mirada,
dirigido certeros venablos pupilares
a las puertas dulces de la Librairie Nouvelle
del igualmente dulce y decadente Boulevard des Italiennes;
allí encontraría, sin duda alguna,
antimodernos paisajes lunares,
litografías de estrellas magníficas
y ese mármol de Milo
del que invariable se guardaba tanto.
Era ella que al modo de un ejército triunfante
cruzaba por el vano
coronada en guirnaldas:
la magnificencia de Jeanne Duval.
Sin embargo, Karla, te aseguro
que al regresar Baudelaire a su alcoba
del Hotel Pimodan
magnético por la convulsión de la belleza
no sintió por ella ni la centésima parte
de lo que hoy estoy sintiendo por ti.
Sabiduría
Betty Blue
-Maestro Basho
¿cómo volverme
un poeta esencial?
-Vuélvete puto
S.T
Ahora que la noche es una flor carnívora de sombra
y que todo destello en la negrura
invoca antiguas llagas que humillaron la carne
ahora que silencio y día son
la ceniza que me habita estarás
collar de flores y rasguño
atemperada
ignota en otras manos
Deslazado por el viento y esparcido
un escándalo descenderá por tu cabello
Se agitarán tus pendientes al terso ritmo de tu risa
y ahora será un punto en el tiempo
plegado para siempre entre nosotros
Ahora tus tacones de alta aguja inundarán la casa con su eco
ensayarás el gloss de escarlata tono el escote sport
las fragancias de discreto dulce
La distancia será el ahora que se extienda hasta más allá
de lo tocado por la vista
y ahora
mientras me consumo en el aire enrarecido
y desmaquillas en lento espiral tu rostro
arde tu desnudez bajo mis párpados
Ahora que tu nombre está rodeado de polvo y de mutismo
que no mudarán en carne mis palabras nominándote
que presagio serás inacabado
y no habrás de aparecer de pronto si te pienso
ahora justo ahora
ahora
me quiebro
S.T
Cuando cieno bruma y nada uno son
y ayuso arriba y todo ha fragmentado
cuando aquel que fuiste un día parece
otro un extraño pérfido a los ojos
y brama bruñe la penumbra en rostros
incognoscibles acres uno mismo
o si el terror la imagen
trastoca y envilece
y aún malogra corrompe por dentro
o si llegar a ser ha sido desasirse
de aquello que se fue y no se recuerda
si un accidente y no lo perentorio
somos un dato inocuo
sarcoma carcinoma la derrota que soy que contamina
Si desierto de mí depauperado
soy muchos a la vez y todos miserables
si dios que da la llaga
oculta niega tarda medicina
si sangre leucocitos y carne apoptosada
soy apenas los despojos
de un miedo que me lacra y trisca y lepra
al viento frágil flama que oscurece
o consume el susurro en luz ceniza
andadura y camino hacia la x
troverme so far y ostro en a punto
mutis hambre gozo gozne de la destrucción
Porque en sentido estricto nunca nada
fue tan todo jamás sino en mi ausencia
nunca ocupé el espacio
estuve siempre fuera
de lugar necrosado a la vista de la gente
en mí no hay nada mío
sólo descort y sombra y un crujido
que en oscur me perfuma de aspereza
un quebrar de cristales tras el pecho
que degrada mi condición de nadie
Y entonces desespero: me olvida la memoria de las cosas
soy lentas negras lágrimas y sangre
soy mácula y desprecio encabronamiento oprobio
y la ceguera soy la rabia contenida inoculada
Nada fui sino muerte entre las manos
Nunca podré colmar este silencio.
CANCIÓN DE ARNAUT DANIEL PARA SU DAMA
I
Yo l vos publich: amar dretament vós
Ausias March
NUNCA PENSÉ CUANDO TE VI con collarín y sweater si recuerdo bien de tono lila
que terminaríamos haciendo lo que hoy con esta sofisticación gracias a las horas largas de práctica tan bien hacemos
Solía recurrentemente entonces delinear en la memoria tus caderas
mis ansias palpaban la inexorablemente inconclusa redondez del deseo de tu cuerpo
y pude intuir incluso la suavidad y aroma de tu cuello bajo los deslices de mi lengua
Dónde estabas hace un par de años preguntaste
pero nuestra posibilidad latía decenas de centurias antes de que tú y yo lo hubiéramos
siquiera presupuesto
Aquí me siento en casa en mi verdadera casa
dulcificado por la seda de tus muslos
profesando y rindiendo culto a una nueva fe que en la consistencia de tu carne encuentra lo altísimo y sacro y etéreo
Cada día
una oscura y al propio tiempo luminosa transubstanciación nos vuelve parte de lo mismo
cobra sentido mi mano al ser sólo una extensión de la tuya
es por ambos que responde mi columna vertebral mis más de doscientos huesos
qué decir del agua en el cuerpo que cuando me miras
irrevocablemente evapora y extingue
Por eso
en esta ya alta hora de la noche
cuando por única luz tengo un cierto brillo de tus ojos ardo
me combustiono en una lumbre táctil
te beso te libero de la blusa y tras vencer las varillas del brazier
libo con devotísimo fervor tus pezones hasta desgastarlos y adolorirlos
para no quitarme más de la boca nunca su sabor
Y reposar en tu vientre modelar con mi palma tu cintura cada centímetro del talle
tensar el arco que se forma entre tu espalda baja y las nalgas
sembrar papilas gustativas en pantorrillas e ingles
para finalmente…
Por eso
en esta ya alta hora de la noche
—le dije al oído mientras hundía en su piel mi pelvis—
por eso
me quema el pecho algo muy semejante
muy parecido
al amor.
II
Un altr’esguart lo meu voler pratica
quant en amar-vos, dona, se contenta.
Ausias March
LAS PÁGINAS DE MI DÍA AMARILLAN
cuando te despides incluso momentáneamente
Vientos helados estremecen la espalda los flancos y briznan mi pecho
guardo un silencio más allá de lo habitual
reconstruyo tus pasos tus gestos únicos
y corre al instante la fina película de la memoria:
tú ...........falda rosa y cinta fucsia alrededor del talle
tú ...........desnudez plenitud de bruces en la cama de una habitación oscura
tú ...........con la inminencia de una cita de Borges al estacionarte en un solo movimiento
y luego inevitablemente
aquella tarde en que cerrabas la cajuela y caía cascada magnífica el cabello sobre tus hombros
las terneras pastando apaciblemente entre los lirios imagen vulgar son frente al recuerdo de los broches vencidos de tu treinta y cuatro be
el sexo de ornitorrinco y gladiolo ensoñación ínfima frente al oasis de frescor en que cotidianamente abrevo
y cada postal una copa de vino es en que me hundo
y sorbo la más dichosa dionisíaca embriaguez
Porque cada hasta luego deja en mi palma un hueco que sólo la tibia densidad y firmeza de tu pecho colma
un caudal de palabras entre tus labios gloss rosa ligero y mi lóbulo que simplemente
no fluye
un abismarse tan 9.81 tan profundo y vertiginoso que vuelve ridículas inanes las cuitas del joven Werther
Ah es entonces el perfume de tu cuerpo
esa sonrisa de publicidad dental que me insomnia
los días nublados que tanto te fastidian y cuando no estás conmigo omnipresentan y ubicuan
son pues astillas leves lascas que hieren con su filo
e interrumpen abrupta o delicadamente la tortura
cuando de forma única y de nueva cuenta
con o sin motivo
nos reencontramos.
III
Tots mos desigs sobre vós los escamp;
tot és dins vós lo que m fa desijar.
Ausias March
HOY QUE UN PAR DE MILES DE MILLAS un muro crecen infranqueable
y que rondan mi habitación a oscuras
los días aquellos
cuando edificamos el recuerdo y modelamos lo que somos
no puedo sino argüir afirmar
que en tu cuerpo encontré un componente
primordial y muy caro al mío
que mis palabras son en virtud sólo de tus labios
que cada una de mis acciones se realiza no porque yo quiera
y más bien porque me son dictadas
desde algún punto irreflexivo ignoto
que precise tal vez confundir aquí
con el corazón
Porque donde fueron una vez sonrisas y tardes plenas
la tibieza de unos pechos afilados y dulces
o el perfume del acto impregnado por doquier
queda sólo esta oquedad en la palma
esta tensión que descoyunta uno a uno los huesos todos
esta impaciencia que aletarga el transcurso de los días
y me muestra lejana
imperceptible casi
la hora de tu regreso.
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