Madeline Millán
Natural de Bayamón, Puerto Rico. Participó en el taller literario de la poeta María Arrillaga, junto a Daniel Torres y Edgardo Nieves Mieles, en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Formó parte de la junta editorial de la revista Extremos (Nueva York-Santiago de Chile-San Juan de Puerto Rico). Escritora y traductora ha publicado cuatro libros de poesía: Para no morir por segunda vez (Buenos Aires, 2002), De toros y estrellas (Puerto Rico, 2004), Leche/Milk (Godot: edición bilingüe, Buenos Aires, 2008; Premio Nacional de Poesía: Pen Club de Puerto Rico) y 365 esquinas(Terranova: Puerto Rico, 2009) de poesía y narrativa. Editó una revista de cine latinoamericano, titulada Entreextremos. Algunas de las antologías latinoamericanas donde aparecen sus poemas son: Nueva poesía hispanoamericana (Madrid, 2004), El estruendo de las rosas (Madrid, 2006), La trilogía Poética de la mujeres de Hispanoamérica: pícaras, místicas y rebeldes (México, 2004) y (Per)versiones desde el paraíso: poesía puertorriqueña de entresiglos (Revista de poesía Aullido, Huelva-España, 2005). Se publicó en España Poetas sin tregua, Compilación de poetas puertorriqueñas de la generación del 80 (Ráfagas, España). Coordinó durante varios años las lecturas bilingües de poesía en “Cornelia's Street Café”. De esa etapa surge y edita Noches de Cornelia/Nights of Cornelia (edición bilingüe, Buenos Aires, 2008), en la cual traduce a tres de los poetas. Entre sus proyectos inmediatos se encuentran: la novela Rojo sobre Manhattan yNo hay nada que contar, proyecto antológico-fotográfico de poesía. Su poema en multimedia Tesis sobre los movimientos del mar aparecerá próximamente en elLibro de los mares (New York, Editorial Homo Scriptum, 2010). Algunos poemas, cuentos y la revista de cine, se han publicado en revistas impresas y electrónicas de España, Latinoamérica y EE.UU y pueden leerse también en su página electrónica mmillan.com. Madeline Millán es profesora en FIT/SUNY.
Tango de la viuda
definitivamente viudo,
definitivamente solo,
definitivamente viejo,
Pablo de Rokha
Que como todo tango
El tango del viudo es para bailarse
Suena el teléfono
un hombre llora en la línea
al otro lado de esta isla
Palabras aterradoras prorrumpe:
“Está muerta, se mató”
Él, quien ha urdido todas las mentiras
matado y torturado en un país del sur
Me ha convencido con su única
credibilísima verdad
No me importa lo que haces,
lo que has hecho
y lo que harás
Fueron sus hipos llorosos, los mocos que no contemplé
Suspiros y los silencios que oí
Y ella, a quien no quiero nombrar
La historia más o menos así,
contada como si fuéramos amigos, los tres, bailando
Esas cosas trae la muerte
Alguien de carne y hueso pierde su rostro
En segundos se va volando por los espacios siderales
Mi viudo, antiguo bandido, fugitivo
Describe a su gran amor: la joven, la bella,
La de la eterna sonrisa
Eso contaba el cuarentón antes descrito
a su olvidada Julieta al otro lado del mundo
Hasta que una noche, una triste y larga noche
cuando anunciaba sus verdaderas nupcias,
Su bella irrumpe contra una palma
Aquella enhiesta, la que sobrevivió
huracanes, malas intenciones
no la sobrevive a ella a 100 millas por hora
Y volando, volando, volando
Sale volando con su cuerpo, lo entrega
a los aires tropicales de Palm Beach Road
Entre la chatarra sus pedacitos quedaron
No encontraron su rostro por ningún lado, dijeron las autoridades,
Ni su huella, pues, en el vecindario aquel
Zapatos solamente, los que siempre sobreviven la escena
Lección de baile 1
El baile y el bailador no se explican
Qué te voy a contar mientras bailo
Si no hay pensamiento, si se es otro sin edad
Intentarse una lección
Con palabras: un sonido de tacón sobre el tablado
Voz de animales en ritos no presenciados:
Un gallo que canta
Una gallina pone un huevo
Amanece, el movimiento inicia, ella muere
Comienza el tango
Mientras bailo no soy
Una abstracción de mi dolor una inmemorable reacción al recuerdo
El gallo canta la gallina pone un huevo, al unísono
Bailemos y hablaré de lo inevitable, querrán saber de una vez
Cómo amo, bailo, cómo moverás las caderas a mis cincuenta
A mis sesenta a mis setenta a mis ochenta
Mientras me abrazas desnudo contra desnudo
Tomando mi espalda y acariciándola sin luz, como ayer,
Con todos los ayeres cuando teníamos recién poquitas penas
Tan poquitas que podíamos olvidar y seguir el paso
El baile de ahora es un pie sobre la misma loseta
Despacio, sin prisa, contra el tiempo
Esa cuestión de ir a ningún lado, imperceptible el vaivén,
Secreto que me piden, callando
Y que dejo para otra ocasión
Receso
Celebramos la mañana y en la noche otros seres
No eres su enemigo, una cabeza o las vísceras del guerrero
Cuando se hace el amor a veces confundimos el terreno del combate
Lección de baile 2
La puesta del cuerpo como un sol nocturno
El cuello el cisne que se resiste a morir
o que en posición de buda no abdica y tieso queda
Eso que llaman sudor es necesario
Para emprenderla larga, de pieza en pieza,
sin parar porque la obra no está terminada
Estas lecciones son privadas, no sé si seré un bufona
o si me atreveré a interpretarte el amor que me duele
Ensayo frente al piano negro reflejada
Creo entender que quiero verme y tratar de no mentir
a la hora en que el bailador es el baile
Para que me veas bailar
Con el riesgo de perder todo artificio
Ay mira que mira mira, ay mira que anda y anda
Y te amo y no te tengo ay que mira, ay mira que anda anda
desde que te estoy queriendo no sé lo que me pasa
Conociendo el baile de adoré
y los ancestros, avatares que entiendo,
me inducen a ser la que te revele
algunos de los últimos secretos de mi especie
Lección de baile 3
Que tus pies no paren de llorar
Que la guitarra te consuma los nervios
y en nota aguda quieras cantar hondo
Ya no puedo cantarte mis memorias
Estamos unidos en la línea de un tango
No pido perdones porque tú no olvidas
Valparaíso no muere cuando le traicionan
En el aire sigue la música de siempre
No digas, entonces, que vienes a buscarme de otros mundo más bellos
y que pueblos más dulces habrías podido escoger
Qué manera curiosa de definir el amor: una condena
La historia continúa en los cementerios florecidos
y en pueblos donde nunca llueve
Dices que no pides qué que bueno: no hay culpable
Y no sabes que me pides que siga esperando
a que la línea se disuelva mientras bailo
Se mueve una lágrima, a lo lejos contemplo cascadas
Cielos diluvianos, mares que nos tragan y sobrevivimos,
Contemplando el movimiento, seguir vivo en lo profundo
De los mares que nos separan
El bailador no llora mientras baila
El dolor debe ser el baile mismo
No, no somos amantes porque el tiempo no te trajo después
En versículos de amor jamás conoceremos público
si yo con identidad de esposa y madre los destruyo
Un graffiti escribo en las paredes de una estación de tren
Como una adolescente confundida, más bien desesperada
Un garabato, no sé si moverme o quedarme
Al ver llegar el tren que nos separa
La rima, destruyámosla, bien me parece
Cantemos, olvidemos, arriesguemos un paso
Digo: Si bailaras más, menos disculpas, tablas, profecías,
Testamentos habría, pero tal vez no habría palabra
La muerte no sabe bailar, estas lecciones de baile se escriben
Cuando ya no hay danza, solo movimiento subterráneo
Hay quienes aseguran que el baile fue invención de Lucifer
En los túneles de un tren zigzagueando de regreso por este oscuro Manhattan
Lección de baile 4
Lleva el brazo detrás de mi espalda,
la mano apenas toca la curva de mi cintura
Una pierna desliza entre las mías, levanta mi brazo y la mano fuertemente
Hacia atrás y hacia adelante con mi cuerpo flexible, maquinalmente siguiéndote
Río mientras amenazas: Hands up!, como Eastwood de vaquero
Pistola en mano, vas matándome, sé que la muerte puede ser verdad
Everybody knows that the dice are loaded, canta casualmente Leonard Cohen
Nadie sabe, pero nadie sabe, que nuestro baile es a puerta cerrada
Nadie sabe que nuestros días están contados
Sin embargo, no soy la dócil de un tango,
no puedes estrujarme, ni tirarme impunemente a las dunas,
Arrastrada por el suelo cuando bailamos
hasta rabiar de rabias acumuladas
porque una cárcel nos limita el giro
De un guaguancó o un son montuno que no aprendiste en el sur
Yo, entre dos tangos, bailo metida entre tus piernas de dandy inglés
Ay Míster Charly, pocos conocen tu verdadero nombre y apellido
Cuando comenzaste a ser otro en los mares del Caribe en Manhattan
Nadie sabe tantas cosas que yo sé de incógnito
Hablamos sin palabras, tú empujas, yo me resisto
Tú me atrapas, y yo me escapo
Tú me doblas el cuerpo hacia atrás
Me lanzas al abismo, por el suelo
¿De qué son tus rabias si sabes que te amo?
Será porque no soy la que quisieras, siempre se es otro en el baile
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