martes, 9 de noviembre de 2010

1996.- NOELIA RIVERO


Noelia Rivero
Nació en Buenos Aires, Argentina el 19 de junio de 1979.
Publicó el libro Más claro todo (2007). Every girl has a garden. Fiesta en un patio de Temperley (2009) libro ilustrado por Pablo Besse. Coordinó el taller El Unicornio, destinado a niños, niñas y adolescentes para la Secretaría Nacional de niñez, adolescencia y familia. Compiló el libro Querer decir, querer pensar, querer valer (2008); resultado de esa experiencia. Sus poemas fueron incluidos en las antologías Poetas Argentinas 1961-1980, editorial del Dock (2008) y Última poesía argentina, Ediciones en Danza (2008). Dirige la editorial Zorra/Poesía.



Poemas de Llueve y brilla el sol


I

Resplandor en eco.
Luciérnagas.

La noche parece Navidad
aunque nadie nazca ya
en esta casa sin madre.

Aún compartimos
el dulce pétalo muerto
del Jazmín,

del Paraíso;

el movimiento de la luz
perdiéndose a la deriva.



II

Voces.

El calor parece muchas voces,
capas de murmullos sobre otras
capas de murmullos;

el latido de un bebé por nacer,
su horror a la oscuridad;

desesperación
por hincharse de aire.



III

Ridícula de paraguas
quisiera ser más linda
bajo la lluvia de enero

o al menos ser toda roja
o toda verde,
rayada, ¡iluminada!



IV

Llueve en el baño.
El rugido de un animal que no existe
se clava en los azulejos.
Después
ya no sabré qué decir.
No habrá paraguas, ni pañuelos,
ni hasta luego.
La puerta
divide el mundo
que no es mi mundo,
derrumbándose como esta pensión.





Mujeres rana

Desovemos contra aquellas rocas
que después nuestros hijos se las arreglen con el sol

Seamos libres
corramos de la mano como dos hermanas perdidas
Los niños son crueles, se sabe
y todo se les perdona:

grabemos nuestra herida
en la corteza de todas las palmeras

¡Seamos fieles!

quedémosnos cerca de la playa
croando
hasta altas horas de la noche.










Being There


Amor

Mis ojos van cambiar

Mis ojos van a ser serenos

van a tener la caída
de ese sauce
que tuve de chica

el mismo que arrancaron cuando fuí
lo suficientemente grande
como para aceptar
el dolor sin protestar

Amor

No vas a verme

Van a arrancarte
cuando sea
lo suficientemente vieja
para aceptar.

Mis ojos van a estar serenos
Mis ojos van a cambiar

voy a plantar de nuevo ese árbol
voy a remover la tierra
voy a llenarla de vida.










Profetas

Cuando seamos grandes
nos quedaremos solas

por muerte
o por abandono

o por haber cumplido
ese sueño de juventud

pero estaremos solas,
lo sé

juntas, bajo el árbol
que plantaremos juntas

¡Al fin seremos santas!

o crédulas
o jocosas ancianas.

Largo tiempo para charlar

Para cortar hojas de los ciruelos.



Del libro inédito Blanca, (2006), de próxima aparición.




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