martes, 14 de septiembre de 2010

1284.- NIDAA KHOURY


Nidaa Khoury nació en la Alta Galilea, en la provincia de Fassouta, Palestina, en 1959. Ha publicado siete libros de poesía en lengua árabe, los cuales han sido traducidos a diferentes lenguas extranjeras. Obtuvo un grado en Filosofía. The Barefoot River (El río descalzo), 1990, fue publicado en árabe y hebreo. The Bitter Crown (La amarga corona) 1997, fue censurado por los jordanos y reeditado como Rings of Salt (Anillos de sal), en 1998. Su poesía ha sido ampliamente difundida en la prensa árabe. Ha participado en diversos encuentros internacionales, entre ellos en la Conferencia de Poetas Árabes, realizada en Ámsterdam y en la Conferencia de Derechos Humanos y Solidaridad con el Tercer Mundo, en París. Enseña Escritura Creativa en el pueblo de Tarkisha y trabaja para la Asociación de los Cuarenta, una organización por los derechos humanos y la total aceptación de las no reconocidas provincias árabes en Israel. Entre sus últimas actividades políticas se encuentran la formación de la Organización Path to Peace. Es miembro de la Unión General de Autores Árabes en Israel y de la Unión General de Autores de Israel. Es activa en el mantenimiento del Teatro Palestino Mfateeh, en Israel, y trabaja dentro del sistema escolar para mejorar los logros de las escuelas árabes. Otras de sus obras poéticas: The Prettiest of Gods Cry (El más bello de los dioses llora), 2000, The Arabic Civilization Center, Egipto; The Culture of Wine (La cultura del vino), 1993, Al Nahda, Nazareth; The belt of Wind (El cinturón del viento), 1990; Braid of Thunder (Trenza del trueno), 1989 y Declaring My Silence (Declarando mi silencio), 1987.





Poemas de Nidaa Khoury



Muerte es ondulación


La muerte viene a mí
Me saluda con besos
Nunca suficientes
Me besa hasta la muerte
Planta mil besos en mi cuerpo
En mi cintura y mi pecho
En mi espalda planta sus semillas
Mi enajenada amante
Con ella, bebo la calle de besos
A escondidas de las miradas de la gente
Atrás de las bombas de gas lacrimógeno
La muerte arriba a puerto de nuevo flirteando entre olas
La muerte es el cereal que yo muelo
En mi tormento
Y me encamino al horno de la revolución
Y a los arcos de la prisión







Una estación

Parada en la estación
Cazando mi hambre
Mis manos son bosques sin trigo
Sin pedazo de pan
Mis muslos son palmeras devoradas por fechas de Diáspora
Mi pecho está lleno de peces hambrientos
Y un campo de miseria es mi frente
Ellos me cazan…

Ni bosque, ni desierto, ni mar, ni campo
Esta es mi nueva patria para los tiempos nuevos







Trigo sagrado

Un lugar excava hondo en ti y toca para ti
la música de la Primera Guerra Inhumana.
El musgo te llena con anhelos de reposar
en un templo en orden decorado con rosas.
Las puntas de tus dedos exudan
cera sin quemar.
La virginidad pasa junto a ti, lanzando
una maldición sobre ti.
Oh tonto, extiende tus mangas y ultímate
tú mismo en la oscuridad final,
ultímate tú mismo hasta las fechas
y el pan, ultímate tú mismo hasta el agua
engañosa que mora dentro de ti.
Oh tú que estás restringido por el conocimiento,
la gitana danzó con sus tobilleras
hasta que la morada del fuego se extinguió,
el palestino clama en su cautiverio hasta
que cava entre la morada del agua.
¡Oh ser humano, libérate! ¡Que el lugar
se fragmente en tu copa!
¡Oh ser humano, muere y deja que el Tiempo
vague en tu tristeza!
Oh tonto, regocíjate en tu vida arrancada
a una muerta Eternidad, porque aquel
que no conoce ni tristeza ni gozo pierde
tanto Vida como Muerte. Un lugar le enseña
a la mujer acerca de su cuerpo mientras
el bosque del Tiempo respira aires de vino
desde el mercado del Jerusalén árabe,
arrancando el velo de sabiduría
como la inmundicia de la condición
humana es derramada por la noche.
Oh tonto, todos los secretos del adorable
Tiempo yacen dormidos en tu miserable umbral,
un gato siamés te enseña las maneras burguesas
del conquistador que acecha en tu pan.
Oh tonto, ni la pasión de hablar
ni la revolución pueden seducirte.
Levántate, oh combatiente, y deja tu viejo
cigarro, carga el arma del sueño y las uñas
del viajero a Belén, hasta la caverna
del profeta.
Álzate, oh Luchador, para que el hogar
de la araña quede escueto y la cera roja
brote debajo de las puertas de las casas,
álzate y recaptura el fuego del profeta
y que un nuevo niño brote de tu cara.


Traducciones desde el inglés de Rafael Patiño.



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